El 20 de julio de 1991, los fundadores del barrio La Independencia II fueron sorprendidos por un grupo de encapuchados, que portaban armas de corto y largo alcance, para advertirles que las Farc se instalaban en el sector.
Según Hernando López, uno de los líderes del barrio, se trataba de las Milicias de las Farc, que luego fueron Milicias Bolívarianas, las que llegaron y dominaron el sector por 11 años, sin que autoridad alguna las confrontara.
Su dominio, casi absoluto, terminó, tras la aparición de grupos de autodefensa en la zona y tuvo su toque final en la denominada Operación Orión, cuando fuerzas de la Policía y del Ejército incursionaron en el territorio en octubre de 2002.
Desde su llegada los milicianos montaron en la zona trincheras, caletas, cárceles del pueblo y campos de entrenamiento. Los asaltos a camiones que transportaban alimentos y las vacunas al comercio y casas eran frecuentes. La zona funcionó como una “república independiente” en Medellín.
Hernando Hernández, otro líder del barrio, dice que con panfletos les advertían cuando tenían que mercar para varios días, porque les imponían el toque de queda para efectuar sus operativos.
En una de esas restricciones, contó, se le enfermó su hija de brazos. Cuando llevaba tres días con fiebre empezó a convulsionar lo que lo obligó a salir de la casa. Aunque le dispararon de todos lados, logró llegar con ella a un centro asistencial, pero fue demasiado tarde. Una bacteria le había destruido el cerebro a la bebé y la dejó como un “vegetal”. La niña murió hace 5 años.
Fernando Quijano, desmovilizado de las Milicias Mir-Coar y presidente de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades, recordó que en 1991 el Valle de Aburrá tenía 21 grupos de milicias de diferentes matices políticos de izquierda. Ese año las Farc entraron por San Cristóbal y ocuparon la Comuna 13 y el barrio la Iguaná. En el nororiente ocuparon los altos de La Cruz y el Jardín, toda una tragedia para la ciudad.