Ismael Darío Lopera, identificado por las autoridades como alias “Manolo”, fue capturado durante la tarde de este jueves, según confirmó la Fiscalía General de la Nación.
En un operativo realizado en el municipio de Santa Rosa de Osos, subregión del Norte de Antioquia, agentes de la Policía y ese ente investigador aprehendieron al sospechoso señalado como presunto responsable de cometer agresiones sexuales contra al menos seis menores de edad en un jardín de Buen Comienzo ubicado en el barrio Santa Cruz de Medellín.
Inicialmente, los hechos fueron denunciados por los padres de uno de los menores de edad, el pasado 28 de junio. Posteriormente, más familiares se acercaron al Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) de Medellín y pusieron en conocimiento las agresiones sexuales contra sus hijos y detallaron el cambio de comportamiento que habrían tenido en los últimos días.
De inmediato, las autoridades activaron una ruta de atención conformada por un equipo con enfoque diferencial y de género, de la que hacen parte cinco fiscales (uno del Grupo de Trabajo Nacional de Violencia de Género y cuatro de la Seccional Medellín), además de psicólogos, médicos forenses e investigadores del CTI y la Policía Nacional.
Al hogar asistían 72 niños que, informó la Alcaldía, tendrán acompañamiento en casa mientras se resuelven los hechos. El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, confirmó que hay dos casos en los que hay confirmación de abuso y “un protocolo activado para 14 niños en total”
Los menores de edad fueron remitidos para ser acompañados en el programa “Jugar para Sanar”, de la Fundación de Atención a la Niñez (FAN) y que trabaja de la mano con la Alcaldía, desde el cual se brinda atención especializada frente a este tipo de casos.
A la fecha 21 familias han radicado formalmente denuncia por presunto abuso a sus hijos e hijas por parte de un trabajador contratista.
El director de la Unidad Administrativa Especial Buen Comienzo, José Wilmar Sánchez Duque, expresó que “hay algunos hechos que son objeto de investigación, específicamente unas fallas en la prestación del servicio. Se trataba de un auxiliar de nutrición que no tenía que tener ningún contacto con los niños, pero algunos padres nos han dicho que sí lo tenía. Estamos en el proceso administrativo con la interventoría para determinar qué pasó”.
Con cartel de búsqueda
En el afiche divulgado por la Policía aparecían tres fotos de Ismael Darío Lopera, al que señalan de “presunto abusador de niños del hogar infantil en la comuna 2 Santa Cruz”.
A propósito del tema, el presidente Duque se refirió a la denuncia sobre los menores que habrían sido abusados por un funcionario de Buen Comienzo en Medellín. “Frente al incidente ocurrido en Medellín, quienes abusaron de estos niños son bestias malnacidas que tienen que recibir todo el peso de la ley”, sentenció durante la intervención en la que sancionó la ley que reglamenta la cadena perpetua para violadores y asesinos de niños, niñas y adolescente
Por último, Duque dijo que “esta ley, la imprescriptibilidad y la abolición el castigo físico, tienen que ir acompañados de una gran prevención, hay que hacer una gran pedagogía. Hay que facilitar las denuncias, hay que facilitar la capacidad de advertir estos hechos y por eso anuncio que vamos a fortalecer nuestra Policía de Infancia y Adolescencia”.
Esté atento a las señales
La violencia sexual debe entenderse desde dos aristas, explica Catalina Vertel, gerente de la IPS Creciendo con Cariño (adscrita a la Corporación Cariño que lleva más de 40 años brindando atención integral a niños, niñas y adolescentes víctimas de maltrato y violencia sexual): una que comprende la ocurrencia de actos abusivos con contacto y otra que comprende la ocurrencia de actos abusivos sin contacto. La primera de ellas hace referencia a hechos que implican de forma directa al cuerpo de los más pequeños: besos, abrazos, caricias, introducción de objetos o partes del cuerpo (en cualquiera de sus orificios), etc. La segunda hace referencia a manifestaciones de manipulación, hostigamiento, conversaciones de carácter sexual, piropos, insinuaciones, etc.
“Cualquiera de ellas se hace con el objetivo de tener una satisfacción sexual por parte del agresor”, explica Vertel. “Ambas formas generan traumas y están categorizadas como violencia sexual en Colombia”. Se trate de una u otra manifestación, será importante tener presentes los siguientes indicadores que, si se presentan de forma simultánea tres o más, deben ser considerados signos de alarma.
A nivel físico podrá identificar dolores abdominales, pélvicos, fisuras en la zona genital, irritación, picazón, inflamación, mal olor, flujo con sangre o materia en la zona vaginal o anal, moretones en el cuerpo o infecciones urinarias frecuentes. “Estos tienden a ser los más contundentes. Hay que prestarles atención y consultar al médico, no solo para tener un diagnóstico usual, sino también para activar un protocolo de atención en caso de ser necesario, sobre todo si aparte de estos indicadores físicos hay también indicadores emocionales”, explica Mabel Patiño, psicóloga magíster en Salud Mental de la Niñez y la Adolescencia, coordinadora del Centro Psicoterapéutico Jugar para Sanar, de la Fundación FAN.