El calvario para más de 10.000 habitantes en Rodeo Alto completó 10 días y ninguna buena noticia a la vista. La caída del muro del edificio Atavanza y la negligencia de la constructora Covin para resolver el problema ha trastornado completamente la cotidianidad no solo de los habitantes del edificio sino de todo el sector.
El caos en la movilidad por la obstrucción de la calle 9 A sur, ha afectado la rutina de cientos de niños y jóvenes estudiantes pues los padres de familia tienen que caminar con ellos hasta la vía principal para que los puedan recoger las rutas escolares. Según los testimonios, son casi 30 minutos de demora, lo que quiere decir que llevan casi dos semanas llegando tarde y perdiendo tiempo de estudio. Igual ocurre con los padres de familia y miles de empleados de la zona quienes reportan problemas y hasta amonestaciones por las forzosas llegadas tarde a sus lugares de trabajo.
Los empleados de servicios generales de los edificios del sector tampoco la tienen fácil. Hay más de 30 contenedores por unidad y deben trasladarlos hasta un punto de recolección que queda pendiente abajo.
Los tenderos del sector, que llevan 10 días recorriendo dos kilómetros con la mercancía al hombro para poder surtir sus negocios, advierten que podría empezar a haber escasez de productos si la situación no se despeja prontamente.
Mientras tanto, la intervención avanza a paso de tortuga. Este viernes, entre las 9:00 de la mañana y las 12:00 del mediodía hay pare y siga en el anden de la calle por periodos de máximo 20 minutos mientras se hace el corte de varilla de acero.
En la noche de este jueves decenas de habitantes salieron a protestar a las calles para pedirle a la Alcaldía que se ponga al frente de la situación y cumpla con lo que prometió el alcalde Daniel Quintero, quien en medio de su consejo de gobierno repitió varias veces que si la administración distrital tenía que asumir la intervención para devolverle la tranquilidad a la comunidad en Rodeo Alto lo haría sin dilación y luego le cobraría a la constructora Covin. Piden que sus declaraciones no se queden en meras “bravuconadas” pues la única realidad es que por cuenta de un privado hay una vía pública y miles de ciudadanos afectados.