Por Gustavo Ospina Zapata
Desde hace unos meses, la comunidad de Barbosa decidió hacer manifiesto, mediante protestas, su inconformidad con el peaje el Trapiche, ubicado en el trayecto entre esta localidad y Girardota, el cual les tiene frenado el progreso y la competitividad, dicen los líderes. También incluyen el peaje Cabildo.
Según sus argumentos, el peaje ha impedido que empresas e industrias lleguen a instalarse en la localidad, pues el pago de este recaudo constituye una razón para que los empresarios busquen municipios del sur del Aburrá o, en su defecto, a Girardota, Copacabana o Bello, donde solo está el peaje Niquía.
“Desde 2001, cuando se instaló el Trapiche, prácticamente a Barbosa no ha llegado ninguna empresa nueva, salvo Tablemac, hace cinco años en reemplazo de Tejicóndor, pero del resto nada, solo hay pequeños negocios que no generan empleo, porque son familiares”, expone Óscar Gutiérrez, vocero de la comunidad, que pide el traslado del peaje. Victoria Eugenia Jimenez, del comité de paro, señala que el desempleo allí es del 12 %, superior el del país (10.3 %).
La presencia del punto de cobro, para los ciudadanos, también implica un encarecimiento de la vida, pues ellos deben buscar empleo en Medellín ante los pocos puestos que se generan en Barbosa. Y si bien hay una exención para los propietarios de vehículos, esta no cubre a toda la población. Óscar explicó porqué:
“En 2001, cuando inició, se hizo un censo de los propietarios e iba bien, pero en 2012 la Gobernación quitó la exención para los vehículos nuevos que entraran a Barbosa y hoy hay un 70 % que no está cubierto, unas 360 familias de 1.000 que tienen vehículo”.
La suspensión de los cobros los obligaría a obligación pagar solo el peaje de Niquía, que para los vehículos tiene un costo de $2.600, mientras el Trapiche vale 10.700 (ver ¿Cómo funciona? )
Estas situaciones se han expuesto en un pliego de peticiones y en dos reuniones con Hatovial, la Gobernación y la ANI. Para el jueves 19 de este mes hay una mesa de conversación.
A la espera de soluciones
Ricardo López, gerente de Hatovial, que tiene la concesión de la vía, explicó que su firma ha participado en los diálogos con la comunidad, pero aclaró que la decisión que se tome corresponde a la Gobernación, que es la dueña de la vía: “Todo lo que se decida corresponde a esa instancia, nosotros solo lo administramos”, dijo López.
Indicó que aunque es posible llegar a soluciones, no está seguro de si un traslado del peaje sea la opción más viable: “Al principio la doble calzada iba solo hasta El Hatillo, pero después la doble calzada llegó hasta el pueblo y varios kilómetros más adelante, allá sí los beneficia la vía”, aclaró.
Sobre el particular, la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) recordó que el peaje solo pasará a su propiedad en 2021: “hasta que este corredor no nos sea revertido, la entidad no podrá injerir en decisiones de la Gobernación”, a pesar que estará en las mesas técnicas con la comunidad.
La alcaldesa, Alina Restrepo, declaró que su administración apoya la petición de la comunidad, porque Barbosa es el único municipio del Aburrá que tiene dos peajes, pues los demás municipios del norte tienen uno y los del sur ninguno: “Le pedí al gobernador Luis Pérez que nos colabore. El peaje nos ha afectado el turismo”.
Édgar Augusto Gallego, alcalde electo, recalca que Barbosa es el municipio con más necesidades básicas insatisfechas y el de más pobreza del Aburrá, por lo cual deben darle un trato especial. Añade que de todos, es el único con peajes, mientras al sur no existen.
“Voy a hacer acompañamiento en sus protestas siempre que sean pacíficas y en mi gobierno haré lo posible por lograr que lo muevan”, afirmó.
Buscamos la respuesta de la Secretaría de Gobierno de Antioquia, comisionada para el diálogo con la comunidad, pero no fue posible su versión