EPM madrugó este martes a comunicarle a la opinión pública que declaraba desierta la licitación de las obras finales de Hidroituango porque el único oferente que estaba en el proceso no pudo acreditar la experiencia que exigían los pliegos. Lo curioso es que minutos antes de que se anunciara la decisión, la Procuraduría General de la Nación le había enviado un oficio de 14 páginas a EPM en el que le notificó lo que ya le había advertido desde el viernes pasado: el proceso de contratación para construir las etapas 5 a la 8 de la central tenía un “claro riesgo”.
El contexto para entender lo que pasó es más o menos este. El 17 de febrero pasado, EPM publicó un informe de análisis y conclusiones en el que rechazó la propuesta del consorcio colombo - chino Ituango PC-SC, único oferente que se presentó a la licitación, por el incumplimiento de los requisitos de acreditación de experiencia.
En ese informe se especificaba que la empresa local Schrader Camargo S.A.S., uno de los tres integrantes del consorcio, no cumplió con todos los requisitos pedidos en los pliegos.
El 21 de febrero, Schrader Camargo radicó un documento de 68 páginas en el que pidió a EPM cambiar la calificación de “no cumple” a “cumple”, basado en nuevas acreditaciones de concretos en las construcciones civiles que había realizado en la embajada de Estados Unidos en Bogotá, la cervecería del Valle, un complejo industrial en Gachancipá (Cundinamarca) y los proyectos hidroeléctricos El Quimbo (Huila) y Río Frío II (Valle del Cauca).
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Pues bien, en el oficio conocido por EL COLOMBIANO, la Procuraduría Delegada Primera para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública le advirtió a EPM que había un claro riesgo en la gestión pública si el comité evaluador técnico validaba las certificaciones de experiencia de Schrader Camargo, a sabiendas de que, bajo las condiciones del proceso, podría concluirse que el plazo para subsanar la oferta se había cerrado desde el 7 de febrero, de acuerdo con las solicitudes de aclaración que EPM ya le había hecho al consorcio.
Ya la Procuraduría le había informado de ese riesgo a EPM desde el viernes pasado y se sabe que envió el oficio completo por correo electrónico este martes a las 7:43 a.m. Veinticinco minutos después, EPM publicó la decisión de declarar desierta la licitación en el portal de información relevante de la Superfinanciera (8:08 a.m.). Declarado desierto el proceso, EPM adelantará una nueva solicitud pública de ofertas.
En su explicación, EPM indicó que al evaluar la oferta y en el marco del plazo para subsanar requisitos, le solicitaron en varias ocasiones al Consorcio que entregara la información necesaria para acreditar el requisito de experiencia. No obstante, “no aportó la misma antes de la emisión y publicación del Informe de Análisis y Conclusiones”.
Adicionalmente, contó que durante la evaluación de la oferta económica de la propuesta, EPM identificó que esta tenía “desviaciones sustanciales, información inexacta o contradictoria y valores no justificados en relación con los precios normales del mercado”, lo cual son causales de eliminación del proceso.
Un proceso lleno de polémicas
Tal como lo contó este diario desde septiembre de 2022, el principal problema que arrastraba el consorcio colombo-chino, integrado además por Power China y Yellow River, radicaba en la experiencia constructiva de su socio nacional. En varios oficios cruzados entre EPM y la firma Yellow River, esta última había instado a EPM a modificar los requisitos plasmados en los pliegos, argumentando tener problemas para conseguir un socio nacional con la experiencia requerida.
“La búsqueda intensa del socio local que hemos realizado por más de tres meses no ha sido exitosa (...). Muchas de las firmas locales que exploramos nos indican no tener interés en participar en este proyecto y/o no cumplir con la experiencia solicitada en los pliegos”, plasmó Yellow River en una carta, el 12 de junio de 2022.
A raíz de esa solicitud, EPM terminó publicando en agosto una adenda en la que accedió al pedido de Yellow River. Por ejemplo, mientras que antes pedía al menos 94.500 metros cúbicos de experiencia en portales de túneles, canales, vertederos o puentes, pasó a exigir 28.350 metros cúbicos.
Así mismo, la empresa pasó de exigir un área mínima de 80 metros cuadrados en materia de excavaciones y construcción de pozos, túneles o cavernas, a un área de 57 metros cuadrados. En aquel momento, dichos cambios despertaron fuertes críticas por agremiaciones como la Cámara Colombiana de la Infraestructura, cuyo presidente en Antioquia, José Fernando Villegas, calificó en su momento como “muy sospechosos”.