En ese lejano año de 1803, cuando se colocó la primera piedra de la construcción de la que sería la Universidad de Antioquia, se celebró una gran fiesta por aquel importante hito de cara al futuro en esa naciente ciudad.
Hoy, 220 años después, aún “invicta en su fecundidad” (como dice su himno), se celebra que ese edificio que nacía como paraninfo (en la hoy Plazuela San Ignacio) se haya convertido en una de las instituciones académicas más importantes del país, desde la que se ha influido en la historia criolla gracias a sus descubrimientos y a sus egresados.
Ser testigos y partícipes de este momento histórico es una de las principales alegrías de los profesores y directivos de una institución bicentenaria comprometida con el aporte de ideas y soluciones a los grandes problemas del país.
De acuerdo con su rector John Jairo Arboleda, si bien son muchos los momentos históricos de la Universidad, algunos de los más importantes son su fundación, la construcción de la ciudadela universitaria en 1968 y la regionalización de la institución en cada una de las subregiones del departamento en los últimos 28 años, con lo cual por fin pudo hacer honor al título de universidad de todos los antioqueños.
“Celebramos la recolección de este legado tan importante que es luchar por el proyecto educativo y cultural más importante de Antioquia en toda su historia. Es una gran responsabilidad que tomamos al asumir estos cargos, pero estamos convencidos de que de la mano de nuestros profesores, egresados, estudiantes y empleados, seremos capaces de entregar enriquecida y fortalecida por otros 200 años a nuestra universidad”, relató Arboleda.
El directivo señaló que gracias a su carácter público, la responsabilidad social de la institución educativa está marcada en su ADN, la que la ha llevado siempre a participar en la solución de los problemas sociales del país a lo largo de su historia.
“Tal vez el caso más reciente ocurrió con el Covid19, que nos obligó a usar nuestra mayor riqueza que es el talento humano para brindar investigaciones que permitieran saber a qué nos enfrentábamos, pero también para desarrollar respiradores, o ampliar las posibilidades de atención en camas UCI, o para lograr sacar los resultados de pruebas Covid en horas cuando antes lo mismo demoraba días”, añadió el rector.
Un asunto innegable es que la universidad es un reflejo de la sociedad antioqueña y sobre todo de la gente de Medellín. Así como en ella confluye literalmente gente de todo el departamento, también lo hacen muchas de sus visiones, incluso las de los más radicales, y como no muchas de sus problemáticas. Aún así la Universidad de Antioquia siempre se muestra partidaria del diálogo y de la solución pacífica de conflictos, pues no todo es blanco o negro en un territorio lleno de color.
“Seguimos reclamando que la Universidad tiene que ser considerada un espacio libre de violencia, porque podemos sostener una discusión de argumentos, pero lo que no podemos permitir es que se utilice la violencia para convencer”, añadió el rector.
Arboleda es consciente de que estos 220 años también deben seguir para reflexionar sobre otras problemáticas que aquejan a la universidad, como las ventas informales, el microtráfico, los casos de violencia de género o de discriminación racial.
Otro asunto histórico en la universidad es la falta de recursos suficientes para solventar la educación de sus cerca de 37.200 estudiantes (34.000 de pregrado y 3.200 de postgrado) y sus cerca de 1.500 empleados, lo que hace que se tenga que hacer malabares para mantener a los alumnos en las aulas de clase, la excelencia académica y la cobertura de la institución.
“El presupuesto para el año que se necesita es de casi $2 billones de pesos. De estos, el 45% lo ponen los gobiernos departamental y nacional, y el resto de recursos vienen por los servicios y actividades que desarrollamos vía contratos, por matrículas o por impuestos, en fin. Aún así vamos a necesitar el doble de recursos del Estado para funcionar sin contratiempos o poder ampliar la planta profesoral y así brindar mejor educación”, añadió el directivo quien señaló que espera compromisos con la Alcaldía de Medellín para que esta también aporte a la UdeA, pues cerca de 16.740 estudiantes son de la capital antioqueña.
En este día especial, a las 10:00 a.m., en el Teatro Universitario Camilo Torres, se reconocerán a los mejores estudiantes avanzados por programa, mientras que a las 4:00 p.m., en el Paraninfo del edificio San Ignacio, se hará la entrega de las Distinciones Universitarias a quienes han contribuido de manera excepcional al desarrollo de la Universidad de Antioquia.
¡Felices 220 años y que viva la Universidad de Antioquia!