Xiomara Aleza de la Hoz Vélez observa con interés los libros infantiles ubicados en el estante del salón de clases.
“Me gustan las fábulas porque tiene mucha cosa para leer”, dice la menor mientras desvía su mirada tratando de buscar entre sus pensamientos, otros detalles más concretos.
“Es sobre un ratón que le robó el queso a un gatico, pero no recuerdo, bien”, explica sonriendo, junto a su hermanito que no se aparta de ella y mira con curiosidad qué dibujos e imágenes muestran las páginas del libro.
Xiomara tiene 10 años y toda su vida ha vivido en La Sierra con su mamá y sus cuatro hermanos, entre ellos Diego, de siete, que no aparta sus ojos claros de ella.
La niña cursa cuarto grado en la I.E. Villa Turbay y, espera ansiosamente poder estrenar la I.E. La Sierra inaugurada ayer por el Alcalde, Aníbal Gaviria.
La institución educativa, el tercer colegio maestro entregado a la comunidad, tuvo una inversión de 19.496 millones de pesos.
Tendrá jornada única, complementaria y 715 nuevos alumnos. Quedará con dos sedes: la nueva institución educativa y el colegio Villa Turbay actual, en total son unos 1.500 estudiantes entre actuales y nuevos los que asistirán a clases en las dos instalaciones, según reveló el alcalde Gaviria Correa.
Un sueño de la comunidad
Nubia Galeano, que lleva cinco años en la I. E. Villa Turbay, celebró la inauguración de las nuevas instalaciones.
Conceptuó que se cuenta con más espacio, aulas más grandes y cómodas.
La docente dijo que el colegio tiene una excelente vista y es muy agradable el aire fresco y fuerte que llega a las montañas, en el borde de la ciudad.
Las nuevas instalaciones son una oportunidad para mejorar la capacitación de los habitantes de la zona, de acuerdo con José Echeverri, tesorero de la Junta de Acción Comunal.
“Es una maravilla, la gente me preguntaba ayer, qué van a regalar y yo les dije, qué mas quiere que nos regalen”, dijo el líder comunal.
Echeverri Velásquez reveló que “desde hace más de 10 años estamos buscando obras para la comunidad. Pero no había quien las moviera, nosotros le metimos el acelerador y se nos cumplió este proyecto, que se une a las otras obras que nos sirven y nos beneficiarán como el Metrocable”.
Cambia el entorno
Carmelo Antonio Prestipino, presbítero de la parroquia Santa María de La Sierra comentó: “es una respuesta concreta a las necesidades de La Sierra. Es una nueva estructura y nuevos profesores”.
Agregó el sacerdote que con el nuevo colegio maestro, se modifica el espacio público y posiblemente cambia el espacio mental: yo puedo, tengo la oportunidad de cambiar mi vida, pueden decir los chicos.
Para el religioso italiano cambia el entorno y estos espacios educativos son lugares de referencia, de encuentro, de cultura y de formación.
El párroco destacó los cambios positivos observados en el barrio y en sus habitantes durante el tiempo que lleva en el lugar.
“En los cuatro años que tengo aquí veo un cambio muy grande. Las personas tienen sentido de pertenencia, si me gusta estar aquí, que es mi casa, puedo mejorar y una institución como esta ayuda muchísimo”, dijo.
11
aulas de secundaria, 3 talleres,1 laboratorio y 1 biblioteca tiene el colegio.
