“¡Cristo ha resucitado! En este anuncio está contenido todo el sentido de nuestra existencia, que no está hecha para la muerte sino para la vida”. Ese fue el último tuit del papa Francisco, publicado el domingo 20 de abril, apenas horas antes de su fallecimiento.
La publicación, compartida desde su cuenta oficial en X (@Pontifex), enlaza al mensaje Urbi et Orbi de Pascua, pronunciado desde la Plaza de San Pedro.
En ese texto, el pontífice retoma el núcleo de la fe cristiana —la resurrección de Cristo— como fundamento de una esperanza que trasciende la muerte. El mensaje completo puede leerse en el sitio web del Vaticano, bajo el título “Mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre Francisco – Pascua 2025”.
La brevedad del tuit contrasta con su profundidad. Es, en esencia, una síntesis teológica de su visión del mundo: una existencia orientada a la vida, incluso frente al umbral de la muerte.
Ese contraste resuena con fuerza este día, luego de que se confirmara su fallecimiento en la mañana de este lunes 21 de abril, a los 88 años.
Desde 2021, Francisco enfrentaba un deterioro progresivo de su salud, con varios episodios respiratorios graves. Aun así, logró mantenerse activo hasta los últimos días, incluso en redes sociales, donde acumuló más de 18 millones de seguidores y utilizó el espacio digital como herramienta pastoral.
Su último mensaje no fue una despedida explícita. Fue, como muchas veces lo dijo en vida, una proclamación de fe: sencilla, directa y profundamente humana.
Lea también: Papa Francisco: Los 10 cambios históricos que el pontífice hizo en la Iglesia Católica