En la monarquía hay un viejo dicho popular, casi como una predicción, de que un primer hijo real está destinado a ser rey y el segundo crecerá relegado, como un “repuesto” o “sobrante”, a la sombra de su hermano mayor. Ese último, en la actualidad, ha sido el príncipe Harry, el joven excluido y quien no se preparó para ser rey. Es evidente.
El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle han sido centro de atención por su separación con la familia real y su recién documental publicado en diciembre en Netflix que ha causado polémica por el nivel de intimidad que contiene la pieza audiovisual.
Sin embargo, ahí no terminan las declaraciones y confesiones. El príncipe Harry publicará la próxima semana su autobiografía “Spare” (“De repuesto” o sobrante”, en inglés) haciendo referencia a un momento que sucedió el día de su nacimiento, cuando su padre el rey Carlos le dijo a su esposa la princesa Diana: “¡Maravilloso! Ahora me has dado un heredero y un repuesto, mi trabajo está hecho”.
El diario británico The Guardian tuvo acceso a la autobiografía antes de ser lanzada al mercado y una de las confesiones más impactantes fue la de una discusión en 2019 que se presentó entre los hermanos en la casa de Londres del príncipe Harry, después de que William se refiriera a Meghan como una mujer “difícil”, “grosera” y “abrasiva”.
Con esos comentarios la discusión se intensificó, escribe Harry en su libro. Luego, William lo agarró por el cuello, rasgó su collar y lo tiró al suelo. Resultó con su espalda herida con cortes después de que se estrellara contra el comedero de un perro y se partiera, enterrándose los pedazos rotos en su espalda.
Antes de la discusión, según el relato de la autobiografía publicado por The Guardian, el príncipe William le expresó que quería ayudarlo y Harry se enfureció cuestionando su manera de hacerlo.
Después de su alteración, William comenzó a caminar hacia él con rabia y Harry se dirigió asustado a la cocina mientras lo perseguía.
Harry escribe que le dio a su hermano un vaso de agua y le dijo: “Willy, no puedo hablar contigo cuando estás así”, intentando calmarlo. Sin embargo, él escribe:
“Dejó el agua, me llamó por otro nombre, luego vino hacia mí. Todo sucedió tan rápido. Muy rápido. Me agarró por el cuello, rasgó mi collar y me tiró al suelo. Aterricé en el plato del perro, que se partió debajo de mi espalda, los pedazos me cortaron. Me quedé allí por un momento, aturdido, luego me puse de pie y le dije que saliera”, escribe en su autobiografía.
Después del empujón, el príncipe William al parecer lo provocó para que le devolviera el golpe como cuando estaban pequeños y peleaban. Sin embargo, Harry cuenta que se negó a hacerlo. Su hermano se fue y luego regresó “luciendo arrepentido y disculpándose”.
Ya con una actitud calmada soltó un comentario que terminó por sorprenderlo: “Se dio la vuelta y volvió a llamar. ‘No es necesario que le cuentes a Meg sobre esto’, dijo”.
—¿Quieres decir que me atacaste?
—No te ataqué, Harry.
Después del suceso, el príncipe Harry confiesa que en ese momento no llamó a su esposa pero sí a su terapeuta. Sin embargo, Meghan más tarde le encontró en su espalda rasguños y moretones y él le contó sobre el ataque. Él narra que ella no estaba sorprendida ni enojada solo “terriblemente triste”.
“Spare” es una autobiografía que tiene por hilo conductor el resentimiento de Harry por ser un “repuesto” y contiene capítulos sobre su infancia, educación y su carrera como miembro real y en el ejército británico. Además, escribe sobre su relación con sus padres, su hermano y su relación con Meghan desde su inicio, hasta la boda y su experiencia como papá.
La relación de la familia real estos últimos años no ha sido la mejor. Incluso, otro momento que narra Harry en su libro es un angustioso momento con Carlos y William después del funeral del príncipe Felipe, el esposo de la reina, en el Castillo de Windsor en 2021.
El hombre miró a sus dos hijos y les dijo: “Por favor, muchachos”, cita Harry a su papá refiriéndose a ellos. “No hagas que mis últimos años sean una miseria”.
La relación entre Meghan y la familia real tampoco ha sido la mejor. Se ha rodeado de críticas, comentarios racistas y clasistas y un sinfín de restricciones en su vida. Una situación que ha denunciado la pareja en el último año.