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Los ríos colombianos reciben 300 millones de toneladas de sedimentos

En Colombia exportan de los ríos 300 millones de toneladas de sedimento en suspensión anualmente.

  • Imagen de las actividades de dragado en el río Magdalena, entre Salamina y El Piñón. FOTO Colprensa
    Imagen de las actividades de dragado en el río Magdalena, entre Salamina y El Piñón. FOTO Colprensa
05 de julio de 2022
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Lo que la lluvia, el viento o el agua arrastra de los suelos en las zonas rurales y urbanas generalmente termina en el fo ndo de ríos, arroyos, lagos, embalses o incluso océanos.

Los materiales que llegan a las fuentes hídricas son considerados sedimentos naturales, que se componen de materiales que se encuentran absorbidos o adheridos a la tierra y que se desprenden por las lluvias hasta llegar a los sistemas fluviales.

Según el estudio El delicado equilibrio de los sedimentos de los ríos, una investigación publicada a finales de junio en la revista Science, los sedimentos en la actualidad están cambiando el ecosistema y son una de las causas de peso en la crisis climática.

Comúnmente estos sedimentos se componen de arena, tierra, arcilla o limo. Sin embargo, por actividades antrópicas, los componentes suelen estar contaminados y se convierten en focos de contaminación que afectan al medio ambiente.

Según la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency), los sedimentos son considerados los contaminantes más comunes en ríos, arroyos, lagos y embalses.

Esto se debe a que las actividades humanas como la ganadería, minería, construcciones urbanas, agricultura y deforestación aumentan los residuos tóxicos que afectan las aguas de los sistemas acuáticos y con ellos muchos otros ecosistemas de la Tierra.

Estos sedimentos pueden transportar residuos químicos como pesticidas y metales pesados, tales como mercurio, plomo, cromo, arsénico, entre otros elementos nocivos para los seres vivos.

Estela Quintero Vallejo, docente de la Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES, mencionó que una de las causas de que los sedimentos carguen con materiales contaminados se encuentra en el sector agrícola, por la sobrefertilización de los cultivos. En este proceso se utilizan químicos en exceso, que al final se convierten en residuos químicos que son arrastrados por las lluvias.

Otro factor que aumenta la circulación de sedimentos es la intervención de los ecosistemas boscosos para construir potreros para la ganadería. Tras estas “modificaciones” el suelo queda “desnudo”, desprotegido de cobertura vegetal, por lo que no hay ningún árbol que obstruya o de alguna forma debilite la corriente de los residuos en masa, que son los que generan mayor cantidad de sedimentos en los ecosistemas acuáticos.

También se suman las construcciones urbanas levantadas cerca de los ríos, porque producen liberaciones de contaminantes más concentrados, que provienen comúnmente por obras en las viviendas, tales como la edificación de nuevas habitaciones y reformas.

Otra de las grandes problemáticas en Colombia es la minería, específicamente la aurífera —que busca oro—, que genera exceso de mercurio y metales pesados en la tierra, los cuales se van acumulando en las bacterias, insectos y peces del territorio.

¿Qué problemas causan?

Los componentes tóxicos de los sedimentos degradan la calidad del agua para el consumo humano, la vida silvestre y disminuye la calidad de los suelos que rodean los nacimientos hídricos.

Las tonalidades del agua de los ríos también dicen mucho. Si está cristalina es porque sus sedimentos no contienen tantos residuos contaminantes. Es lo contrario en los que sí, en esos el agua se torna oscura y turbia.

Esta tonalidad oscura no permite que los peces y demás especies acuáticas puedan cazar a sus presas por lo que altera el comportamiento del ecosistema.

También se impide el crecimiento de la vegetación natural, en cambio los nutrientes de los sedimentos hacen que se activen unas algas de color verde azuladas que liberan cierto tipo de toxinas que enferman a las personas y animales que entran en contacto con el recurso natural.

“Se ha demostrado que los animales del bosque o de los ríos como las nutrias que entran en contacto con las aguas contaminadas pueden experimentar problemas de salud, por el exceso de acumulación de metales pesados”, detalló la docente Hilda Palacio.

Según datos arrojados por la organización estadounidense Mid-America Regional Council—MARC—, la contaminación por sedimentos provoca daños ambientales que ascienden a 16 mil millones de dólares al año.

En Colombia, el sistema hídrico transporta anualmente 300 millones de toneladas de sedimentos en suspensión, entre las cuales el río Magdalena contribuye con 183 millones, el río Meta con 44 millones, el río Guaviare con 28 millones y el río Patía con 19 millones, según datos arrojados por la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico emitido por Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

En el 2020 el Gobierno Nacional empleó en el río Magdalena un plan de dragado —remoción de rocas y sedimentos— que costó más de 40 mil millones de pesos.

Por otro lado, el río Nechí, ubicado en el nordeste antioqueño, que vierte sus aguas en el río Cauca, es escenario de la minería aurífera. Allí se ha tenido que usar retroexcavadoras y dragas que se encuentran instaladas en tierra firme para remover estos residuos.

Cambio en los sedimentos

Las extensas temporadas de lluvia o de sequía modifican la frecuencia e intensidad de las precipitaciones, que afectan la cantidad de residuos que se arrastran hasta las fuentes hídricas. Según Hilda Palacio, docente de la Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES, la actual temporada de lluvias en Colombia ha debilitado los suelos de una manera acelerada.

“En este momento el país atraviesa temporadas de lluvias intensas, incluso con granizo. Estas precipitaciones hacen que los suelos se desprendan y aumente el transporte de sedimentos. Por otro lado, en los períodos de sequía, los caudales de las fuentes hídricas disminuyen y la fuerza de arrastre es menor. Sin lluvias puede haber más concentración de sedimentos en algunas zonas de los ríos”, explicó la docente Palacio.

Hasta los corales pueden verse afectados. Para la especialista, los océanos del Caribe colombiano también contienen residuos contaminantes que provienen del canal del Dique (entre Calamar y la bahía de Cartagena). Los sedimentos asfixian los corales e interfieren en la capacidad de alimentarse, desarrollarse y reproducirse.

Llamado a la acción

Si el río suena, sedimento lleva. Estos procesos de sedimentación son naturales y terminan incluso por ser aprovechados por las comunidades cercanas para abastecerse con la siembra de cultivos como frutas y verduras, ya que varios de estos residuos orgánicos aportan nutrientes que terminan concentrados en las laderas de los ríos.

Se deben gestionar acciones sostenibles, primero para combatir la crisis climática, que afecta directamente estos procesos y también para contribuir a la regulación del material que se filtra en los suelos y que termina en el fondo de los ríos. Esto ayudará a preservar el agua, y por lo tanto la vida de todos los seres de la Tierra

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