La empresa SpaceX lanzó con éxito este martes 1 de abril la misión Fram2, la primera expedición espacial tripulada compuesta por astronautas privados que sobrevuela las regiones polares de la Tierra y realiza investigaciones en órbita polar.
El despegue se produjo a las 0:46 UTC desde el Complejo de Lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy, en Florida, usando un cohete Falcon 9.
Un hito en la exploración espacial comercial
Tras la separación de etapas, la primera fase del cohete fue recuperada en una plataforma marina del Atlántico, según informó SpaceX en su sitio oficial.
La cápsula Dragon, que transporta a los cuatro astronautas, se encuentra actualmente orbitando el planeta a una altitud de entre 425 y 450 kilómetros, en una trayectoria que cruza sobre los polos. Esto representa un cambio significativo respecto a las órbitas ecuatoriales tradicionales utilizadas por la mayoría de las misiones humanas anteriores.
Despegue y trayectoria de la misión Fram2
Durante varios días en el espacio, la tripulación llevará a cabo 22 experimentos científicos con un enfoque en exploración de larga duración y salud humana en microgravedad. Entre los más llamativos, está la realización de la primera radiografía en el espacio, estudios sobre ejercicios para preservar la masa muscular y ósea, y la cultivación de hongos en condiciones de microgravedad, un campo con potencial para futuras misiones interplanetarias.
Uno de los objetivos más ambiciosos será evaluar la capacidad funcional de los astronautas al regresar a la Tierra sin asistencia externa.
Si los tripulantes logran abandonar la cápsula Dragon por sus propios medios tras el amerizaje, los datos serán claves para mejorar la preparación de futuros equipos en misiones prolongadas, como un eventual viaje a Marte.
Tripulación internacional
Fram2 está compuesta por cuatro astronautas privados con formación completa para vuelos espaciales. El comandante de misión es Chun Wang, empresario de Malta. La comandante del vehículo es la noruega Jannicke Mikkelsen, acompañada por la piloto alemana Rabea Rogge y el oficial médico australiano Eric Philips.
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Aunque no se han revelado cifras oficiales, el costo de cada asiento (al tratarse de una misión privada) podría ascender a varios millones de dólares. Por eso, la misión representa un nuevo hito en la comercialización del espacio.