Llueve y el agua se mete hasta las habitaciones. O inunda la escuela y adiós a las clases. Y entonces aparecen respuestas que vienen desde la academia: una casa flotante y una escuela, también.
Caso dos. El mundo necesita casas que gasten menos energía, menos agua, que sea bioclimática. Y, de nuevo, la academia y sus investigadores tienen una respuesta.
Hace un par de años, tres estudiantes de Ingeniería de Diseño de Producto de Eafit dieron forma a una casa flotante que, aprovechando las cualidades de las botellas de plástico, evita quedar bajo el agua.
Es, además, una propuesta de vivienda barata y de autoconstrucción.
No se trataba de una casa palafítica, como las que hay en las comunidades de la Ciénaga Grande de La Magdalena, sino de estructuras...
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