x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Ucrania, una tregua sin paz

Veremos cuándo y cómo comenzará este prometido alto al fuego. Por ahora, los ataques siguen dándose de uno y otro lado en un conflicto cuyo fin aún parece lejano.

22 de marzo de 2025
bookmark
  • Ucrania, una tregua sin paz

La anunciada tregua parcial en la guerra de Ucrania, pactada entre Donald Trump y Vladimir Putin y aceptada por Volodimir Zelensky, es una de esas historias que tiene distintas versiones según quien la cuente y cuyo desarrollo está aún por verse. Lo único claro es que hay tal cantidad de intereses en juego que valdría la pena preguntarse si en este caso existe la posibilidad de una paz justa o simplemente estamos asistiendo al reparto del mundo en áreas de influencia.

Tras las conversaciones del martes entre Trump y Putin, y del miércoles entre el líder estadounidense y Zelensky, sendos comunicados nos hablan de un alto al fuego parcial que solamente incluiría las infraestructuras y la energía, tal cual lo quiere el dirigente ruso, a quien se le hacen concesiones mientras que al ucraniano no se le dan garantías. Parece que por momentos se obviara el hecho de que fue Rusia quien empezó esta guerra, y que en esta confrontación el grado de culpabilidad de la nación que agrede no puede ser el mismo que el del país que sufre la agresión.

Por más razones históricas que se quieran esgrimir, lo que está claro es que la guerra en Ucrania la desató Rusia en su afán por expandir fronteras y evitar la penetración de la cultura democrática europea y occidental en tierras eslavas. Pero ahora, con la intervención de Trump, entran en juego otros intereses propios que van cargados de prisa, porque lo que había asegurado que solucionaría en 24 horas tras su llegada a La Casa Blanca, no tiene visos de que vaya a acabar ni pronto ni bien.

Aquí cada uno tira para su lado. Rusia quiere hacer retroceder a la OTAN en el este de Europa y aumentar su influencia en Ucrania. Moscú ha dicho por activa y por pasiva que no tolerará la presencia de tropas extranjeras en Ucrania. Quiere que los ucranianos dejen de recibir suministros de armas e inteligencia militar y que ninguna fuerza occidental garantice el cumplimiento de la paz. El gobierno ruso ha afirmado que cualquier acuerdo de paz debe tomar en cuenta los intereses legítimos rusos y no actuar como un respiro para Ucrania. No parece probable que vaya a devolver los territorios ucranianos anexionados ni mucho menos aceptar que Ucrania llegue a ser parte de la OTAN. En cambio sí tiene gran interés en que le levanten las sanciones que le impuso Occidente desde la invasión, ya que el auge económico que desató al principio la economía de guerra en Rusia se ha paralizado y existe una amenaza de recesión e inflación.

Por su parte, Estados Unidos se interesa en una paz que le facilite reducir los gastos militares y de ayuda humanitaria para Ucrania. Trump quiere reducir el compromiso de Estados Unidos con la OTAN y obligar a los países europeos a aumentar su gasto en defensa, cosa que está consiguiendo. Pero se van conociendo otros intereses particulares como el de conseguir el control sobre los productos obtenidos en tierras raras de Ucrania o la posibilidad de quedarse también con la propiedad y explotación de las centrales nucleares de este país. El objetivo de Trump no es otro que obtener el mejor resultado para su país, aunque ello tenga graves consecuencias para la estabilidad europea.

Y es que no hay que olvidar que el ataque a Ucrania ocurre en suelo europeo. La Unión Europea teme que esta guerra se extienda, y en vista del desdén con el que la ha tratado Trump, ignorando su participación en las negociaciones de paz, ha decidido aumentar de manera drástica los gastos en defensa. Bruselas quiere poner freno a la influencia de Rusia en Europa, y como instrumento de presión, la mayoría de los Estados miembros del bloque se han unido a las sanciones económicas contra Rusia. Y países que fueron neutrales durante décadas, como Finlandia y Suecia, han ingresado a la OTAN. A pesar de las demandas del Kremlin, Europa ha reiterado que seguirá dando apoyo a Ucrania.

Pero qué busca Ucrania fuera de vivir en paz. Aunque un alto al fuego no incluiría la devolución de los territorios ocupados, los ucranianos esperan recuperarlos estos a largo plazo. Kiev tiene claro que depende del apoyo internacional para fortalecer su posición y garantizar que se mantenga la presión sobre Rusia. Sin embargo, en este punto del conflicto da la sensación de que el presidente ucraniano se encuentra en una situación de mucha debilidad y no tiene otra alternativa que entregar sus bienes más preciados a Trump para que este no le retire el apoyo logístico.

Veremos cuándo y cómo comenzará este prometido alto al fuego. Por ahora, los ataques siguen dándose de uno y otro lado en un conflicto cuyo fin aún parece lejano.

Sigue leyendo

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD