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El baile de los que sobran

Propongo entrar al baile de los que sobran y contradecir la canción de los Prisioneros, que dice que nadie los quiso ayudar de verdad. Aunque hasta ahora, ha sido así.

17 de octubre de 2024
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  • El baile de los que sobran

Por Juliana Velásquez Rodríguez - JuntasSomosMasMed@gmail.com

En Colombia hay 13 millones de trabajadores informales. Según los datos más recientes del DANE, la tasa de informalidad laboral es de aproximadamente el 58% de la población ocupada, lo que significa que más de la mitad de los trabajadores no tienen acceso a empleo formal.

Si nos permitiéramos soñar con lo que hasta hoy hemos considerado imposible, la formalización de la economía informal podría generar entre 3% y 4% adicionales del PIB en ingresos fiscales. Dado que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia en 2023 se estimó en alrededor de 1.618 billones de pesos colombianos, esto representaría un incremento potencial en recaudación de entre $15 y $18 billones anuales. Tendríamos el equivalente a una reforma tributaria, pero sin necesidad de más impuestos a los mismos, que empobrecen al sector productivo y nos hacen menos competitivos.

Sigamos soñando y hablemos de lo que aportarían a sus pensiones. En Colombia, los trabajadores formales deben aportar aproximadamente 16% del salario mensual a pensiones. Si suponemos que la mayoría de la población informal gana cerca del salario mínimo, la contribución total anual al sistema pensional sería de $28.9 billones. La contribución al sistema completo de seguridad social sería de aproximadamente 52 billones de pesos. Estas cifras parten del sueño de ser capaces de formalizar los 13 millones de trabajadores informales, que por supuesto considerarían utópico. Yo no tanto. Pero saque cualquier pedazo que Usted considere posible e igual implicaría un cambio drástico en la situación fiscal, social y productiva de nuestro país.

El costo de no formalizar es superior a cualquier estrategia que deberíamos inventar para formalizar. No sólo en costo de oportunidad, con la evasión fiscal y los aportes a seguridad social. La informalidad en Colombia tiene un costo estimado entre 3% y 6% del PIB, lo que equivale a entre $36 y $72 billones anuales en pérdida de productividad y evasión fiscal. Este fenómeno perpetúa la pobreza y la desigualdad, con trabajadores informales ganando 40% menos que los formales y contribuyendo a que más del 70% de los adultos mayores no tengan pensión. Además, el Estado destina cerca de $40 billones en subsidios a población vulnerable afectada por la informalidad.

La conversación no es de pobres y ricos, es de formales e informales. Yo propongo entrar al baile de los que sobran y contradecir la canción de los Prisioneros, que dice que nadie los quiso ayudar de verdad. Aunque hasta ahora, ha sido así.

Los esfuerzos de formalización no han sido exitosos. En mi opinión, todas las iniciativas han sido tímidas y políticamente correctas. La informalidad en Colombia es superior a la formalidad. Esta debería ser una frase suficiente para centrar el debate en el mayor porcentaje de la población y tener la valentía política de hacer propuestas disruptivas. Por ejemplo Dinamarca, con una informalidad del 10%, tiene una política de “flexiguridad”, que implica reducción de salarios mínimos, flexibilidad para contratar y despedir empleados, reducción de la base de cotización a seguridad social y flexibilización de trámites de formalización agresivos. ¿Es esto impopular? Por supuesto. Pero estamos dejando 13 millones de personas por fuera del baile y billones de pesos de posible desarrollo en el camino.

Y hablando de política, los trabajadores informales en Colombia no tienen representación política, ni quien los represente en el Congreso, ni gremio. Sueño con algún grupo político valiente que se apropie del tema, con genuino interés y la convicción de que la salida a la informalidad es la combinación de políticas públicas disruptivas, competitividad y creación de riqueza. Únanse al baile de los que sobran.

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