x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Colombia en caída libre: escándalos diarios y un Gobierno en caos

Lo más preocupante es que, en este caos, la oposición sigue dividida en sus candidaturas, con diferencias internas y pugnas que ojalá no sean insalvables.

hace 3 horas
bookmark
  • Colombia en caída libre: escándalos diarios y un Gobierno en caos

Por Juan Camilo Quintero M. - @JuanCQuinteroM

Colombia vive a diario en una suerte de reality político. Los escándalos van y viene al punto de que corremos el riesgo de normalizarlos y hacerlos rutina. Bajo el gobierno de Gustavo Petro, el país parece haber perdido el rumbo. Esta semana fue otra muestra clara de un poder que no solo desafía las normas institucionales sino que también se hunde en el espectáculo y la confrontación vulgar. Pierde el país estancado en su desarrollo y moralmente agotado.

La agenda de la semana transcurrió de la siguiente manera. El lunes, Petro arrancó desafiando al Consejo de Estado al mantener sus consejos de gobierno televisados, a pesar de una decisión judicial que le ordenaba suspenderlos. Un acto de desobediencia institucional que deja claro que, para el Presidente, las reglas solo aplican cuando le convienen.

El martes, el excanciller Álvaro Leyva – hasta hace unas semanas figura cercana al petrismo lanzó una carta incendiaria donde, entre otras cosas, acusó al presidente de ser un “drogadicto”. Más allá de lo contundente del señalamiento, lo que evidencia es la fractura interna y de descomposición política dentro de los soldados más cercanos al presidente.

El miércoles, contra todo pronóstico, la tensión escaló aún más. En un acto sin precedentes, Petro insultó al presidente del Congreso, Iván Name, llamándolo “HP” durante un encuentro con comunidades indígenas. La figura presidencial, que debería unir, dar ejemplo y representar a todos los colombianos, se ha vuelto una fuente constante de polarización y confrontación personal.

Y como si la semana no hubiera sido suficientemente bochornosa, el jueves el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, también llamó “HP” a una gerente de hospital, mostrando que el estilo de confrontación baja y maleducada ya no es excepción, sino una marca registrada del gobierno.

Este espectáculo grotesco se ha convertido en una obra de teatro en la que los colombianos, desde la barrera, no sabemos si silbar por inercia o chiflar por dignidad. Lo cierto es que mientras los protagonistas se insultan, la moral pública se desvanece y los resultados concretos del gobierno brillan por su ausencia. No hay reformas de fondo correctamente estructuradas, no hay crecimiento económico sostenible con fuertes pilares de formalidad, hay un deterioro creciente de la seguridad y la salud. Solo sofismas de distracción, escándalo y decadencia.

Lo más preocupante es que, en este caos, la oposición sigue dividida en sus candidaturas, con diferencias internas y pugnas que ojalá no sean insalvables. Todos estamos esperando el momento de la unión pronto bajo un proyecto serio, con visión y liderazgo; el riesgo de que la izquierda se mantenga en el poder, no por méritos sino por ausencia de una alternativa fuerte y con fuerza ganadora, es altísimo. Colombia no puede seguir sumida en esta larga noche y de todos depende salir de ella. La próxima elección no debe ser un concurso de vanidades sino como la oportunidad para en 4 años recuperar el rumbo.

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD