x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Hola, 2025

26 de diciembre de 2024
bookmark
  • Hola, 2025
  • Hola, 2025

Por Juliana Velásquez Rodríguez - JuntasSomosMasMed@gmail.com

“Señor, te doy gracias por la vida que me regalas todos los días y por el súper poder del optimismo”, reza Rafa mi hijo de 7 años una noche de la semana pasada. “Mamá, ¿el optimismo es un súper poder o una decisión?”, pregunta Florencia, mi hija de 9 años. En mi casa rezamos todas las noches principalmente a través de la gratitud por cosas pequeñas, como un gol en clase de fútbol (valioso y más escaso de lo que Rafa quisiera), pero también por conceptos filosóficos si se quiere, que, a través de la mirada de los niños, son absolutamente fascinantes. Nunca estaremos del todo preparados para las conversaciones nocturnas de mis hijos, pero siempre quedamos admirados, cuestionados y todas las noches motivados. Le pregunto a Rafa su opinión acerca del optimismo y me dice que él cree que es un súper poder, porque hay días que son malos, oscuros y cuando se activa el súper poder, todo lo bueno empieza a pasar. Florencia, futura objetivista, responde que los súper poderes suelen ser buenas decisiones. Yo, siendo las 8:15 de la noche y con el agotamiento de un día extenso de trabajo y dos hijos imposiblemente inteligentes, concluí arbitrariamente que la posibilidad de tomar buenas decisiones es en sí misma, un súper poder. Por algún milagro navideño, mis hijos se conformaron con la conclusión y se durmieron. Yo me pregunto, si de cara a un 2025 en apariencia convulsionado, podemos activar el súper poder de tomar la decisión de ser optimistas. Esta decisión no debe ser por descarte, con ese dicho tan chocante de “no nos queda de otra”. Debe ser una decisión motivadora de cambio, de acción y de estrategia con enfoque positivo. Y en mi caso y para quien le aplique, de fe.

Colombia tendrá un año prometedor desde sus regiones, la mayoría de las cuales empezaron a hacer estrategias de diferenciación mucho más profundas y creativas que los rankings tradicionales. El Valle del Cauca quiere ser un valle que atrae inversión sostenible; Atlántico y su apuesta decidida por la competitividad y la internacionalización; Bolívar y su trabajo por diversificar sus industrias; Bogotá región y su camino hacia el gran hub de servicios de Latinoamérica; Ibagué y su fascinante historia entre la academia, la empresa, la paz y el desarrollo territorial; y nuestra gran Antioquia y su apuesta por la infraestructura, el turismo, la industria creativa y la internacionalización de sus empresas longtail. Estas son sólo algunas de ellas y me gustaría mencionarlas a todas, Caldas, Santander, Los Llanos, Córdoba son también ejemplos lindos de apuestas diferenciadas. Aprovechar esa diferenciación para colaborar entre regiones, formar jóvenes, apoyar emprendimientos regionales e impulsar liderazgos locales, es la decisión optimista que podemos tomar.

En política, podemos aprovechar la convulsión de los últimos años para cambiar el estilo de la conversación, promover liderazgos propositivos y reconciliarnos con la diferencia. Podemos elegir participar en conversaciones diversas, con pensamientos potentes, con propuestas disruptivas, con datos confiables y con apertura al aprendizaje. Podemos decidir ignorar teorías conspirativas y fatalistas, insultos de mal gusto y manipulaciones populistas. El 2025 llega con un sector privado y una sociedad civil que participa más en política, lo que en definitiva fortalece la democracia. Y es que en Colombia el amor por la patria no es un concepto abstracto, es como el aire que respiramos y a eso debemos volver, cada que como dice Rafa, el día es malo y oscuro.

“El optimismo es la locura de insistir en que todo está bien cuando somos miserables”, dice Voltaire y me encanta. El 2025 lo empezamos después de un año objetivamente duro en donde hasta los más optimistas nos sentimos miserables en algún momento. Quisiera retomar el dilema de mis hijos para concluir que el optimismo es una decisión que a su vez activa la capacidad de tomar decisiones, no desde el miedo, sino desde la posibilidad. Que la suma de personas tomando decisiones optimistas disipa el caos y construye días más bonitos y si esos días suman 365, será, definitivamente un gran año.

Hola 2025, te saludamos con optimismo y buenas decisiones.

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD