Pamela Richter, cofundadora de B2Chat, narró que hace cinco años ella y su equipo notaron que las redes sociales se estaban convirtiendo en un potente canal de ventas para otras compañías, pero había un inconveniente: la mensajería no estaba centralizada.
Entonces, crearon una solución que les permitiera a sus clientes tener todos esos mensajes en un solo lugar. Además, que les facilitara medir el porcentaje de los chats que se transformaba en compras.
Es decir, ya no era necesario tener a varias personas atendiendo distintas redes sociales. Adicionalmente, permitieron a los suscriptores administrar sus cuentas de Whatsapp desde varios teléfonos, una solución que facilitó el trabajo de comunicación con el público.
Para ofrecer ese servicio de Whatsapp corporativo, B2Chat tenía que buscar a un proveedor con la licencia de Meta que les permitiera conectar a sus clientes.
Ese intermediario les daba acceso a la plataforma de Whatsapp a cambio de un pago. No obstante, cuando la gigante estadounidense vio el tráfico que estaba moviendo la empresa paisa, le concedió una licencia propia.
“Así vamos a poder reducir nuestros costos de una manera muy sustancial porque eliminamos a un intermediario”, comentó Pamela Richter, quien hizo notar que no es fácil ganarse esa confianza, toda vez que la casa matriz evalúa muy bien la infraestructura de la empresa aspirante con miras a determinar si tiene la fuerza para hora de responderles a los usuarios.
Lo que implica ser un camello
Desde hace algunos años se escucha hablar mucho de los unicornios digitales, emprendimientos de base tecnológica que alcanzan una valoración superior a los US$1.000 millones. Esto a partir de las ganancias que pueden generar en un futuro.
Las empresas camellos son más discretas y poco se les menciona, pero su apodo tiene una razón de ser: ellas pueden aguantar sequías financieras porque cuentan con caja propia y no necesitan inyecciones de capital constantes ni urgentes para existir.
B2Chat es un emprendimiento paisa con cinco años de existencia que ya tiene punto de equilibrio y genera rentabilidad. Por ello está categorizada como una empresa camello. A los unicornios les toma más tiempo generar utilidades puesto que su modelo se enfoca en atraer inversión y destinarla toda a ganar mercado con rapidez (ver módulo).
Hay que decir que B2Chat, según los responsables ejecutivos, alcanzó el año pasado una facturación de un millón de dólares y tiene más de 650 clientes distribuidos en 19 países, este tráfico de usuarios le llamó la atención a Meta, la casa matriz de Facebook.
Algunas perspectivas
Este año, de acuerdo con Pamela Richter, B2Chat espera una facturación cercana a los dos millones de dólares. Y en el mediano plazo, el objetivo es llegar a Estados Unidos.
Este emprendimiento de base tecnológica se perfila como una de las paisas grandes de siguiente generación, que pese a su potencial, debió tocar varias puertas antes de conseguir la inversión semilla de US$300.000 con la que empezó su operación en 2017.
Su crecimiento sostenido, desde la óptica de los creadores, les da una ventaja en medio del contexto financiero actual, teniendo en cuenta que se reducirá el flujo de capital que los inversores destinarán a los emprendimientos digitales (ver módulo)
650
clientes que tiene B2Chat están ubicados en 19 países del continente.
