En los pasillos del Congreso de la República se escucha que la aprobación de la reforma pensional tiene los días contados. Lo cierto es que este último debate en la plenaria de Cámara de Representantes será el más intenso, pues es el único obstáculo para que dicho proyecto se convierta en ley; pero antes, los partidos tendrán que concertar algunos temas que preocupan a una parte de los legisladores y analistas económicos por su impacto en el sistema pensional.
De hecho, para la bancada de Gobierno es prácticamente una carrera, ya que la ponencia debe contar con el visto bueno antes del 20 de junio o, de lo contrario, se hundirá en Congreso. Por esa razón, se cree que la discusión podría empezar hoy mismo o, por tarde, mañana.
En ese sentido, EL COLOMBIANO dialogó con algunos conocedores del tema sobre tres puntos claves que serán tema de discusión de los parlamentarios.
1. Entrada en vigencia
Los analistas han sido claros en que los cambios en el sistema pensional no serán pocos. Los expertos temen que Colpensiones no cuente con la capacidad para surtir efectivamente la reforma.
De hecho, la Procuraduría y la Contraloría ya han hecho sus advertencias sobre el poco tiempo en que entrará en vigencia la pensional, ya que se estima que sea para julio del 2025. La nueva propuesta es que entre a funcionar en enero de 2027.
Carlos Prieto, experto del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, sostuvo que un año es muy poco tiempo, puesto que se trata de una reforma estructural que cambia el modelo del sistema. “Se le asignan a Colpensiones unas cargas para las cuales no está preparada ni logística y menos financieramente”.
El representante a la Cámara, Andrés Forero, indicó que se trata de un punto de afán del Gobierno. “Vimos los malos resultados de la premura del Gobierno, como lo que está pasando con el sistema de salud de los maestros, creemos que algo parecido sucedería”.
2. El régimen de transición
La bancada de oposición y algunos centros de pensamiento han manifestado su inquietud sobre el régimen de transición, que cobija a las personas que seguirán cotizando bajo el antiguo modelo y no serán tocados por el nuevo sistema pensional que instaurará la reforma. Por ahora, lo aprobado es que se dejarán por fuera a los trabajadores que lleven 750 semanas cotizadas para las mujeres y 900 para los hombres.
Sobre la mesa está la propuesta de dejar este punto tal y como está, pero también hay una apuesta de las bancadas de oposición por cambiarlo con el argumento de una afectación para los cotizantes de más escasos recursos.
“Es una transición pensada para beneficiar a los usuarios de altos ingresos que son los que mantienen una continuidad mayor en las semanas cotizadas; en cambio, perjudica a aquellas personas de bajos ingresos que son intermitentes en sus aportes y que pueden estar muy cerca de la edad de jubilación”, dijo el representante a la Cámara, Andrés Forero.
Lo que se plantea obedece a que este régimen de transición se defina por un criterio de edad y no por semanas, de esa forma, se cree que más personas serían cobijadas por el régimen de transición y, por ende, continuarán bajo el modelo antiguo de pensiones.
3. Umbral de cotización
No hay dudas que el punto más sensible obedece al umbral que define el tope de salarios que los trabajadores deberán cotizar obligatoriamente en Colpensiones, los excedentes irán a los fondos privados, conocidos como AFP. En la mesa hay dos propuestas: 2,3 (aprobado hasta ahora) y 4 salarios (propuesta de Petro).
Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana, sostuvo que subir el umbral a las pretensiones del Gobierno sería prácticamente estatizar el sistema pensional. Esto porque la mayor parte de los trabajadores que cotizan pensión tienen salarios por debajo de dicho umbral (4 salarios).
El Observatorio Laboral cree que con un tope de cuatro salarios Colpensiones sufrirá a largo plazo un estrés fiscal. “No se hizo una reforma paramétrica. Dentro de muy poco tiempo se tendrá que hacer otra reforma que aumente las semanas de cotización, la edad y baje el valor de las pensiones”, dijo Carlos Prieto.
En eso coincidió el rector de la EIA, José Manuel Restrepo, quien aseguró que los más afectados son los jóvenes, porque terminarán pagando esta reforma y multiplicando hasta tres veces sus aportes para pensionarse.