Con pocos, pero importantes, ajustes aterrizó en el Senado la ponencia para el segundo debate de la reforma pensional. El texto acogió el fallo de la Corte Constitucional que reduce el número de semanas que deben cotizar las mujeres para pensionarse, las cuales pasarán progresivamente de 1.300 a 1.000.
Así, estipula que en el 2026 las mujeres pasarán a cotizar 1.250 semanas como requisito mínimo, y en los años siguientes se irán exigiendo 25 semanas menos hasta llegar a las 1.000 en el 2036, cumpliendo con el fallo que en junio de este año hizo público el alto tribunal (ver gráfico).
Si bien falta que la reforma surta su trámite en el Legislativo, la implementación de esta última medida aumentaría el pasivo pensional en un 3,26% aproximadamente, y así mismo incrementaría la probabilidad de pensión de las mujeres en 8,8%, según cálculos del Gobierno.
Dicho esto, una de las cosas que brilló por su ausencia en el proyecto de ley radicado fue el concepto y análisis del Ministerio de Hacienda, que usualmente no falta en estas iniciativas.
Al respecto, los senadores de la Comisión Séptima dejaron constancia de que dicho concepto fue pedido reiteradamente pero Hacienda no lo entregó; entre tanto, la cartera se defendió diciendo que no era un prerrequisito; mientras otras voces creen que es un hecho grave, pues no se tendría en cuenta el impacto fiscal de la reforma.
Al respecto, Daniel Wills, vicepresidente técnico de Asofondos, expresó: “Nos llama la atención y nos preocupa la constancia en el texto que dice que no tienen estimativos del costo fiscal. Es preocupante porque los sistemas pensionales suelen ser muy costosos. Es muy importante que el Gobierno y el MinHacienda provean al Congreso con cifras claras”.
El segundo ajuste
Lo cierto es que el gobierno del presidente Gustavo Petro se la sigue jugando por la pensional tal y como la radicó a principios de año, y en esa línea solo hubo otro cambio relevante, en este caso en el Pilar Semicontributivo, el cual está pensado para quienes alcanzaron la edad de jubilación, pero no logran completar las semanas.
Se dispuso que el tope mínimo de semanas cotizadas para ser beneficiario del Pilar Semicontributivo ya no será de 150, sino de 300 (con un máximo de 1.000); entre tanto, la edad requisito sería de 65 para los hombres y 60 para las mujeres. Además, la renta vitalicia se calcularía ajustando los aportes a la inflación (más 3% efectivo anual), y un subsidio equivalente al 15% del monto que resulte (antes era del 20%).
Para Wills, esta modificación perjudicaría a un buen número de personas, pues fuera de que se suben semanas requeridas, el subsidio será menor y adicionalmente “8 de cada 10 personas no se pensionan”.
Por lo demás, la iniciativa de 94 artículos presentada mantiene la idea de los tres pilares (además del Semicontributivo están el Contributivo y el Solidario); así mismo, el Fondo de Ahorro con el fin de utilizar los recursos para pagar las mesadas; y que las cotizaciones de hasta 3 salarios mínimos sean administradas por Colpensiones.
“La U” va con su reforma
Horas antes de que lo hiciera el Gobierno, el Partido de la U, en cabeza de la senadora Norma Hurtado, llevó al Legislativo una ponencia alternativa para el debate de la reforma pensional.
En esta propone 1,5 salarios mínimos como el monto de cotización de los colombianos que pasaría al Régimen de Prima Media que administra Colpensiones, lo que representa la mitad de lo que prevé el proyecto del Gobierno.
Según el partido de la U, esto ayudaría a liberar $486.040 en subsidios mensuales “mal focalizados”, que podrían destinarse a mejorar la renta vitalicia de los beneficiarios del Pilar Semicontributivo.
Otro ajuste, asegura, sería reducir la edad de acceso a este pilar en 62 años para los hombres y 57 años para las mujeres.
Y frente al Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo, se sugiere que la entidad administradora no sea Colpensiones, sino el Banco de la República, “que tendrá la responsabilidad de impartir directrices para la operatividad de la desacumulación del ahorro destinado al pago de pensiones, la definición del régimen de inversión y la contratación de los encargos fiduciarios para el manejo de estos recursos”.
Para José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, la alternativa presentada por ese partido es interesante, pues otro punto que traería es que los cambios de la pensional entren en vigencia desde enero del 2026, algo clave entendiendo que “la implementación de una reforma de este calado no se puede improvisar”.