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Tras baja ejecución, le piden a Petro ajustar la calculadora y hacer un presupuesto realista para 2025

La ejecución de los programas estatales y su inversión fue golpeada por el recorte en gasto a raíz de las altas expectativas de recaudos que se tenían, pero que se ubicaron por debajo de lo esperado.

  • El recorte en gasto del Gobierno afecto la ejecución de Estado. FOTO COLPRENSA.
    El recorte en gasto del Gobierno afecto la ejecución de Estado. FOTO COLPRENSA.
Tras baja ejecución, le piden a Petro ajustar la calculadora y hacer un presupuesto realista para 2025
22 de julio de 2024
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En el primer semestre de 2024, el Gobierno de Gustavo Petro no la pasó nada bien en términos de finanzas públicas. No cumplió con su ambiciosa expectativa de recaudo de impuestos, tuvo que congelar el gasto público, lo que afectó seriamente la ejecución presupuestal, que hoy está rezagada y se encuentra por debajo del promedio de este siglo.

El dato lo revelo un estudio reciente de Corficolombiana. El documento da cuenta que en el primer semestre de 2024 (enero - junio), la ejecución del Presupuesto General de la Nación (PGN) sin servicio de deuda fue de 36,6%, lo que significa que se ubicó 2,4 puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos 23 años, e incluso 1,4 puntos menos frente a 2023.

Hay que tener en cuenta que el PNG se divide en gastos de inversión, que se destinan a proyectos a largo plazo, infraestructura y programas sociales; y también, en gastos de funcionamiento, que se enfocan en el sostenimiento de las entidades públicas con salarios, servicios básicos, mantenimiento de instalaciones y demás.

Según Corficolombiana, el rubro de inversión presentó el desempeño más pobre de los últimos 11 años. A corte de junio alcanzó una ejecución de 22%; por el contrario, el presupuesto de funcionamiento ejecutó el 41,3%, mejor que el 40,9% del mismo periodo de 2023.

Los sectores con menor ejecución en el primer semestre son: Inclusión Social, Registraduría, Tecnologías de la Información, Inteligencia, y Agricultura. En programas, se destaca la baja ejecución del Fonvivienda para subsidios de vivienda

Entérese: Caja del Gobierno sigue en problemas

Un presupuesto inflado

La cuestión es que la baja ejecución indica que el Gobierno Petro no está gastando los recursos públicos de los ciudadanos al ritmo estimado, lo que significa un rezago en el funcionamiento de programas y entidades.

Y para los analistas, dicha situación se deriva de las dificultades fiscales que afronta el Gobierno tras la caída del recaudo tributario en lo corrido del año y que lo llevaron a ajustar los ingresos esperados y a recortar el presupuesto de gasto en 2024 para dar cumplimiento a la regla fiscal.

Ese recorte lo hizo a través del Decreto 0766 del 20 de junio de 2024, el Gobierno congeló el presupuesto público y dejó de gastar $20 billones, incluyendo partidas tanto de funcionamiento como de inversión. No obstante, se comprende una reducción adicional de $10,8 billones para el segundo semestre, pero no hay precisión sobre los matices de dicho recorte, para un total de $30,8 billones.

Los analistas sostienen que la raíz del problema radica en que el Gobierno presentó un presupuesto “inflado” para este año. Julio César Romero, economista jefe de Corficolombiana, dijo que el bajo desempeño en ejecución obedece, en parte, a que “hubo una sobreestimación de los ingresos, lo que se tradujo en unos ajustes importantes para sincerar las cuentas y en reportar los gastos que estaban soportados en expectativas sobredimensionadas de ingresos”, dijo.

El Presupuesto General de la Nación aprobado en octubre del año pasado fue de $502,5 billones, un 19% superior a los $422,5 billones que tuvieron para 2023. De hecho, el PNG para 2024 representaría cerca del 29,5% del Producto Interno Bruto en Colombia.

Desde un principio las advertencias no se hicieron esperar, por ejemplo, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) dejó ver su preocupación porque el Gobierno esperaba recibir unos $15 billones de ingresos no estructurales, entre ellos dineros que provenían de un proyecto de arbitraje de litigios tributarios, que no fue aprobado por el Congreso en el primer semestre de este año.

Los analistas argumentaron que el Gobierno le dio prioridad a las reformas sociales en el Legislativo, no obstante, la Dian expresó que el bajón en el recaudo en los primeros meses del año obedeció precisamente a la falta de dicho proyecto de litigios.

Lo cierto es que el gasto que tenía presupuestado el presidente Petro era muy alto. Así lo cree Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, quien comentó que, a pesar de los recortes, el Gobierno está gastando “muchísimo”.

Para aterrizar un poco esa realidad, las cifras de Corficolombiana revelan este, pese a los recortes, el Gobierno ha gastado más plata que el año pasado: entre enero y junio fueron de $149,5 billones (36,6% del PGN sin deuda), mientras que en los mismo meses de 2023 la ejecución fue mayor, 38%, pero lo gastado correspondió a $124 billones.

“Hay que recordar que ese presupuesto estaba muy inflado. Se diseñó y todo mundo sabía que era imposible de cumplir, no se podía gastar a ese ritmo porque no había ingresos suficientes”, argumentó Pérez.

El presupuesto para 2025

El Gobierno está ad portas de presentar el proyecto de presupuesto nacional para 2025. Y las peticiones de los analistas se centran en que se presente un proyecto con los pies sobre la tierra y teniendo en cuenta la actual coyuntura.

Infográfico

Camilo Pérez señaló que el Ministerio de Hacienda debe ser mucho más realista al momento de definir los montos del presupuesto. Indicó que es verdad que el recaudo en una economía va mejorando, pero lo lógico en este contexto es ser cauteloso con las cuentas.

Cifras de la Dian dan cuenta que el recaudo con corte a junio alcanzó $148,5 un aumento nominal de 30,4% y uno real de 16,3% en comparación con lo recaudado en el mismo periodo de 2023. Pese a esa mejoría, William Reyes, asesor de gasto público en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, contó que todavía hay un rezago en el recaudo y que no cambiará en un futuro inmediato.

El investigador sostuvo que el Comité Autónomo de la Regla Fiscal proyecta que el recaudo se ubicará por debajo de las proyecciones del plan financiero del Gobierno. Advirtió que si en 2025 se quiere sostener el gasto público, a niveles observados este año, la única alternativa es conseguir recursos adicionales a través de una Ley de Financiamiento, “de otra forma, habría recortes sustanciales para la inversión pública en 2025”

De ahí que el Gobierno haya anunciado una nueva reforma tributaria. Algunos consideran que no sería momento adecuado, dado al resentimiento económico. Otros argumentan que la causa depende de la naturaleza. Esto porque se anunció un recorte impositivo para las compañías, pero en época de vacas flacas no sería una buena opción para los ingresos estatales.

José Manuel Restrepo, rector de la EIA y exministro de Hacienda, cree que la reforma tributaria no es necesaria. Añadió que la prioridad del Ejecutivo debe ser reactivar el crecimiento de la economía.

El académico agregó que concebir esta reforma traería un efecto contraproducente en el sentido de que causa mayor incertidumbre en el sector privado.

En concepto de Restrepo, el Gobierno debería esforzarse por frenar el derroche en el gasto de funcionamiento. Según sus cuentas ese rubro creció un 50%, unos $100 billones, en los últimos dos años. “Eso es insostenible, se debe ajustar para 2025”.

Según datos del Observatorio Fiscal de la Javeriana, los gastos de funcionamiento subieron 40% durante los últimos cinco años.

Restrepo añadió que reducir dicho gasto permitirá aumentar la inversión pública. Lo más importante, dijo, es garantizar que los ingresos tributarios que se proyectan para 2025 correspondan con la realidad, “si no se tiene esto en consideración se corre el riesgo de que pase lo mismo que este año: se hizo un presupuesto excesivo y no realizable”.

No hay dudas de que el presupuesto y las cuentas del Gobierno para 2024 no fueron claras y obligaron a un recorte. La visión de los analistas recae en que el ministro de Hacienda y su equipo deberán afinar la calculadora y ser más aterrizados en términos presupuestarios para el próximo año.

Lea también: Las serias consecuencias para Colombia, si Petro no paga la deuda

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