Estos fondos se destinaron a mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables, en proyectos de vivienda, energía, agua potable, saneamiento básico y nuevas conexiones de gas natural.
Uno de los principales objetivos de estas iniciativas ha sido reducir el uso de combustibles contaminantes, como la leña, en la cocción de alimentos, beneficiando a más de 1,5 millones de familias en condiciones de pobreza energética.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, destacó la importancia de estas inversiones para combatir la pobreza y la violencia en las zonas más afectadas por la falta de acceso a servicios esenciales. “El gas natural domiciliario es un antídoto contra la pobreza y la depredación ambiental. Donde hay más pobreza energética, siempre ha habido violencia, y nuestra misión es llevar bienestar a esas zonas”, afirmó.
Además de los impactos sociales, la industria del gas natural sigue siendo un pilar clave de la economía colombiana, aportando el 1% del PIB y generando ingresos por $2,91 billones en 2023.
Asimismo, el gas natural se ha consolidado como uno de los servicios más económicos para los hogares, especialmente para las familias de estratos 1, 2 y 3, quienes destinan menos del 1% de su canasta básica a este servicio, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
En términos de expansión, el sector también reportó avances en 2023, con 337.000 nuevas conexiones de gas natural a lo largo del país, y un crecimiento del 63% en la conversión de vehículos a gas natural vehicular (GNV), con un enfoque en la movilidad sostenible y la reducción de emisiones contaminantes.
No obstante, desde Naturgas insisten en la necesidad de acelerar el desarrollo de nuevos yacimientos de gas natural y de adoptar medidas que faciliten la importación de gas para garantizar la seguridad energética del país. Con estas acciones, la industria busca seguir contribuyendo no solo a la economía, sino también a elevar la calidad de vida de millones de colombianos.
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