Hace algunos días, Medellín Cómo Vamos llamó la atención por una cifra que genera alerta en medio de los persistentes problemas de salud mental en la población. En 2023, de las 2.892 personas que atentaron contra su vida en la ciudad 1.908 eran mujeres, es decir, el 66%. Además, hubo un aumento respecto a 2022, cuando los intentos de suicidios en mujeres fueron 1.658, según el Observatorio de Salud de la Alcaldía de Medellín.
La preocupación es mayor si se tiene en cuenta que de los casos de 2023, el 64% (1.221 mujeres) tenía entre 14 y 28 años, con una concentración particularmente alta en adolescentes de 16 años, con 136 de los casos.
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No son simples números. Mónica Ospina, directora de la entidad, explicó que esta tendencia marcada hacia las mujeres da cuenta de que la pandemia no agudizó los problemas de salud mental de forma homogénea para toda la población, y el género es una variable importante. Para explicarlo mejor, sostuvo que según la última Encuesta de Percepción Ciudadana que hicieron la imagen positiva de la salud mental disminuyó en general, al pasar del 80% en 2021 al 70% en 2024, al tiempo que la percepción de una salud mental regular subió del 17% al 26% entre ambos años.
Pero este deterioro paulatino del bienestar emocional en los ciudadanos de Medellín también fue expresado mayoritariamente por las mujeres, quienes consideraron en un 30% que su salud mental era regular, frente a un 22% de hombres que pensaba lo mismo. Entonces, entre cifra y cifra, una de las conclusiones es que “las jóvenes de Medellín necesitan ayuda”, dijo Ospina.
Mayor carga emocional para las mujeres
Desde la Secretaría de las Mujeres del Distrito reconocieron que para 2023 la tasa de intentos de suicidio fue significativamente mayor en las mujeres, lo que sugiere que enfrentan una carga emocional y psicosocial mucho más fuerte que las induce a este comportamiento en mayor medida. Es una tendencia que contrasta con otro dato contundente: la tasa de mortalidad por suicidio en 2022 fue mucho más baja en mujeres (3,21) que en hombres (13,08), según datos del Observatorio Nacional de Salud Mental.
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Esto puede explicarse, indicaron desde la secretaría, en “el uso de métodos menos letales”, pero a su vez resalta la urgencia de que las mujeres accedan a mayor atención psicológica y apoyo emocional por los factores particulares de riesgo que enfrentan. Para Ospina, las estadísticas revelan que hay poblaciones, en este caso las mujeres, pero también por zonas geográficas o estratos socioeconómicos, en condiciones más elevadas de tener deterioro de la salud mental, por lo cual actuar a tiempo es clave para evitar que lleguen a un intento de suicidio.
“Hay una cifra muy llamativa y es que el 52% de los intentos de suicidio tuvieron un intento previo. Y además encontramos que el principal desencadenante de esos intentos fueron problemas familiares, con un 38%, seguido de problemas de pareja, con un 30%. Entonces, realmente son problemas de la cotidianidad, de su círculo cercano”, expresó la directora.
La Secretaría de Salud de Medellín también reconoce la mayor incidencia de este problema en la población femenina. Aunque no presentaron cifras de gestión, señalaron que de las personas que acompañan en salud mental un porcentaje muy significativo son niñas, mujeres jóvenes y adultas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado que aproximadamente una de cada cuatro personas en el mundo experimentará un trastorno mental en algún momento de su vida. Y en las mujeres la prevalencia es mayor, agravada por situaciones como desigualdades de género, presión social y estereotipos, que se reflejan a su vez en problemas como trastornos de la conducta alimentaria, falta de acceso a la salud, carencia de oportunidades, violencia de género y el ciclo de vida hormonal (menstruación, embarazo, parto, posparto y menopausia), entre otros.
Asimismo, la directora de Medellín Cómo Vamos sostuvo que aunque no se cuenta con evidencia concluyente para asegurar que en el mayor intento de suicidios en mujeres influyan los efectos de la carga del cuidado y el trabajo doméstico no remunerado, es muy diciente que de 10 horas dedicadas a estas actividades, 7 u 8 las hacen las mujeres y el resto, los hombres, lo que implica que ellas tienen más dificultades para lograr autonomía económica, deben reducir el tiempo en el que pueden generar ingresos y tienen menos descanso y tiempo de ocio: “Eso puede ir desencadenando en asuntos de salud mental”.
A esto se suma, por ejemplo, anotó Ospina, que sin importar el nivel de educación, alrededor del 75% de los hombres participan en el mercado laboral, mientras que el porcentaje para las mujeres es de un 56%.
Acciones y retos en Medellín para cuidar la salud mental de las mujeres
En este sentido, Ospina resaltó que en los planes de gobierno de Medellín y Antioquia se hayan fortalecido políticas de salud mental como los Escuchaderos o el Sistema del Cuidado, que les ayuda a las mujeres a lograr autonomía económica y tiempo de ocio, pero que es necesario atender con enfoque de género problemas como los intentos de suicidio, con foco en mujeres jóvenes.
Desde la Secretaría de Salud dijeron que entre las acciones de salud mental que tienen acompañan al 100% de las instituciones educativas públicas y a las privadas y de cobertura que lo permiten; tienen Escuchaderos con intervenciones individuales y grupales; cuentan con centros de escucha enfocados en prevenir el consumo de sustancias psicoactivas; caracterizan los hogares en riesgos de salud mental y forman a organizaciones comunitarias, laborales y educativas en primeros auxilios psicológicos.
La directora de Medellín Cómo Vamos considera que estas acciones deben tener intervenciones diferenciales y territoriales: “No solamente es quedarnos en la preocupación o decir ‘bueno, voy a escuchar a las personas’. Los datos nos están dando pistas y es su entorno familiar donde más se están encontrando las amenazas y los riesgos; no puedo intervenir a la persona aisladamente, sino que la tengo que intervenir en su entorno”.
En vista de este panorama, en 2024, la Secretaría de las Mujeres de Medellín brindó asistencia técnica a 12 entidades del sector salud para disminuir barreras de acceso de las mujeres a los servicios. Y para este 2025 tiene metas como asesorar a 1.500 mujeres para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, así como a 2.000 para la promoción de la salud mental. También harán jornadas comunitarias por la salud mental que durarán entre 4 y 6 horas, con mujeres rurales, jóvenes y adultas mayores, afro e indígenas, en temas como autocuidado, autonomía física y salud sexual y reproductiva.
Este año realizarán los Círculos de la Palabra con 2.000 mujeres de la ciudad, para compartir saberes colectivos que favorecen la reflexión sobre salud mental y fortalecer redes de apoyo colectivo. Desde el programa Salud para las Mujeres consolidarán y liderarán acciones para atender a las víctimas de violencias basadas en género, y fortalecer la atención institucional en salud con enfoque de género.
La Secretaría de las Mujeres brinda orientación y apoyo a través de la Línea 123 Agencia Mujer y la de Atención psicológica y jurídica 300 587 52 19.
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