Luego de tocar su nivel mínimo (28,56%) el mes pasado, la capacidad de los embalses para la generación de energía inició un proceso de recuperación, gracias a las lluvias, y actualmente está cerca del 40%.
“¡Hemos superado el fenómeno de El Niño!”, señaló el pasado 10 de mayo el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, quien en su cuenta de X destacó que pasados los meses con mayores temperaturas y con menos lluvias de la historia en cinco décadas, no hubo “un segundo de racionamiento de energía”.
Coincidiendo con el aumento de las reservas de agua en las represas, se observó un descenso en los precios de la energía en bolsa, que hace un mes estuvieron por encima de los $1.000 por kilovatio-hora.
Pero, alejado El Niño y el fantasma del racionamiento, la inquietud de los consumidores es qué se viene en materia de tarifas, toda vez que para los últimos doce meses la inflación del servicio de electricidad, medida por el Dane, fue de 19,36%, mientras que entre enero y marzo de este año el indicador fue 4,37%.
Para Javier Gaviria, presidente de la Liga Nacional de Usuarios, lo ocurrido durante este periodo de sequía puede llamarse: “Lo que no debe hacer un buen administrador de los asuntos públicos, porque estuvimos en el límite más próximo a un racionamiento con incalculables pérdidas para la economía nacional y la vida en sociedad”.
El líder social comentó que es inaceptable que quien gobierna y tiene responsabilidad por garantizar la seguridad energética nacional, desconozca las experiencias regulatorias y normativas de siete fenómenos de El Niño de similar intensidad al que hace poco terminó. “Bastan unos ejemplos, el de las campañas de ahorro y uso eficiente del agua, aplicadas en los años 2015 y 2016, después de aprender del período 2009 y 2010. Tampoco se aprovecharon las resoluciones Creg 26 y 155 de 2014, estatuto para manejo del riesgo de desabastecimiento, en el cual hay suficientes medidas preventivas, para evitar el agotamiento de los recursos de las generadoras hídricas”.
Y por el aspecto tarifario, la preocupación de los usuarios no rebaja. Según Gaviria, el modelo de prestación del servicio de energía castiga a los consumidores por fenómeno de El Niño, la escasez de agua, pero también porque hay respaldo de energía termoeléctrica, porque si sus precios son más bajos, la diferencia la asumen los usuarios por la vía del componente llamado restricciones.
Pasado el susto de la merma de los embalses, también menguó una agresiva campaña publicitaria de la Red de Veeduría que cuestiona los altos costos del precio de bolsa de energía y señala a las empresas de generación de beneficiarse de esos valores.
Sobre este asunto, Camilo Marulanda, gerente de Isagén, sostuvo que detrás de esa iniciativa hay una campaña de desinformación, asociada a que el negocio de los generadores hídricos no depende de sus ventas en bolsa.
“Tratan de maximizar el efecto que tiene las ventas en bolsa en la tarifa final de los usuarios, que valga la pena anotar es de 7% y cuando el precio de bolsa está en el piso, ese tipo de campañas paran”, declaró el empresario, quien insistió en que detrás de eso hay un montón de esfuerzos para desinformar a la opinión pública sobre el efecto del precio bolsa y del papel de los generadores en las tarifas, y tratar de desviar la atención de otros temas que son más relevantes.
“Esto no consiste en villanizar a algunos de los actores, en este caso los generadores, sino de entender que en este país lo que necesitamos es más inversión, más oferta y proteger esos mecanismos y esa estructura de mercado y regulatoria para poder asegurar que esas inversiones se hagan en el tiempo”, concluyó Marulanda.
En ese sentido, XM, operador del mercado eléctrico, reportó que en abril el precio promedio de bolsa fue de $763,48 por kilovatio-hora y aumentó un 23% con respecto al precio promedio del mes anterior, que fue de $622,31, debido principalmente a la condición de El Niño.
De acuerdo con la filial de ISA, desde el pasado 20 de abril se observa una disminución en los precios de oferta presentados por los recursos de generación hidráulicos. Lo anterior causó una disminución de más del 80% en el precio de bolsa, pasando de valores de $978 kilovatio-hora a $131 (reportado en los últimos días de abril).
Por el momento, empresas, gremios y usuarios esperan los efectos de la decisión anunciada hace dos semanas por el presidente Gustavo Petro, en el sentido de que el Gobierno asumirá la deuda asociada a la opción tarifaria, medida que implica el pago por parte de la Nación del monto del saldo adeudado por los usuarios del servicio de energía eléctrica a los prestadores de este, que aún se encuentran aplicando esa opción y/o están en proceso de recuperación de sus saldos.
“Esta decisión se convertirá en un alivio efectivo para las tarifas de los usuarios a los que se les viene cargando este valor, en un momento importante para el país. El monto total estimado de los saldos acumulados que se tienen es de alrededor de $5 billones, de los cuales cerca del 50% corresponde a la Costa Caribe; según los saldos de cada comercializador, este alivio podría implicar una reducción entre el 7% y el 19% de la tarifa actual”, mencionaron entidades como Andesco, Acolgén y Andeg.