Comercio, industria y construcción son los sectores que, históricamente, más han contribuido con la generación de riqueza en Colombia. Su desempeño desde que aconteció la pandemia ha estado determinado por el vaivén de la misma economía.
Sin embargo, en medio de todos los choques que se han presentado, el renglón del entretenimiento, la creatividad y la cultura ha tenido unos crecimientos descomunales y está sacando la cara por la actividad económica nacional, como lo evidencian las cifras del Dane (ver gráfico).
En el cuarto trimestre de 2022 este sector tuvo un crecimiento superlativo de 40,5% frente al mismo lapso de 2021, siendo el mejor de la historia para los negocios dedicados a la música, a los espectáculos, a las artes escénicas y demás subsectores.
Hay que resaltar además que, a pesar de que 2023 fue proyectado por los expertos como un año en el que la plata iba a circular con menos velocidad, el apetito de la gente por los servicios recreativos no merma.
De hecho, cuando el Dane presentó el informe del Producto Interno Bruto (PIB), con corte al primer trimestre de este año, este fue el segundo sector que más creció (ver Antecedentes).
Le cogieron gusto
La pandemia les enseñó a los colombianos que es necesario invertir en entretenimiento y ocio en beneficio de la salud mental, de esa manera, Paula Trujillo, directora de estrategia de Conexiones Creativas, explicó el inicio de la disparada que ha tenido la industria creativa.
Así mismo, indicó que el arribo de los nómadas digitales al país ha sido clave, dado que son extranjeros que llegan a laborar y, al mismo tiempo, demandan servicios turísticos y culturales.
Además, mencionó el crecimiento que ha experimentado el subsector de la música en los últimos años, algo que ha puesto al país en el mapa de los grandes artistas y productores extranjeros.
“Colombia se ha posicionado como una cantera de músicos y productores. Esa conjunción con mejores escenarios, como el Movistar Arena, ha hecho que muchos artistas incluyan al país para sus conciertos y para hacer grandes festivales”.
Ahora bien, a su juicio, en este sector deberían ser incluidos los restaurantes que están enfocados en ofrecer experiencias más allá del menú. Y eso va muy en línea con la revolución que se está viviendo en la industria gastronómica, en la que los consumidores pueden elaborar sus propios platos con guía de los chefs, aprender sobre el origen de los alimentos o disfrutar de música en vivo.
Pese a que son servicios pensados para recrear y enseñar, el Dane los incluye en el mismo canasto con reparación de vehículos, comercio y servicios turísticos. Este último, desde la óptica de la experta, también debería integrarse al rubro del entretenimiento.
En eso coincidió Claudia Bustamante, economista e investigadora en temas de consumo, quien además apuntó que de no ser porque ese par de subsectores están en el mismo grupo de comercio, el desempeño de ese lote en lo corrido de 2023 sería más discreto. Y aquí se debe mencionar que, según el más reciente reporte del PIB, ese mismo renglón apenas creció 0,5% en el primer trimestre.
¿Será pasajero?
Al observar el comportamiento de los compradores, lo que esta economista concluye es que ha mermado el interés por gastar en ropa o electrodomésticos, mientras que se siguen demandando servicios en bienestar y recreación.
“Si nos basamos en el informe de la consultora Raddar para mayo, por cada $100 los colombianos destinan 20,8% para entretenimiento y bienestar, un gasto que está por encima de educación (4,5%), moda (3,1%) y electrodomésticos (0,6%)”, resaltó.
Desde su óptica, todo esto indica que “la gente quiere viajar, quiere comer fuera de la casa y quiere experiencias”. Sin embargo, hizo notar que la continuidad del impulso dependerá de cómo evolucionen varios factores, entre ellos, la crisis de las aerolíneas, toda vez que la salida de Viva y Ultra dejó sin cobertura unas 63 rutas por las que se movían millones de viajeros.
Igualmente, se refirió al ciclo de la economía y al comportamiento de la incertidumbre que puede frenar inversiones en el sector, tal como ocurrió con el megaproyecto Arena del Río, con el que Barranquilla esperaba atraer turistas a través de esa infraestructura pensada para realizar grandes espectáculos.
Two Way Stadiums, empresa estadounidense que estaba a cargo del proyecto, informó que no podía continuar debido a las altas tasas de interés, devaluación del peso colombiano y el aumento de la inflación, que, en conjunto, afectaron el cierre financiero.
Buen viento por ahora
Sofia Olaya, directora del Observatorio de Entretenimiento y Comidas fuera del hogar para la firma Raddar, afirmó que lo sorprendente de la industria creativa, cultural y del entretenimiento es que en 2022 —y aún en 2023— el gasto sigue creciendo.
“Desde lo que manejamos en Raddar, el rubro de entretenimiento cubre artículos culturales (libros y revistas), servicios para la recreación (cines, discotecas y fútbol), los servicios de turismo y las bebidas alcohólicas”, explicó la especialista.
Señaló que, pese a que los precios suben, “los hogares no han recortado la asignación que le están dando al entretenimiento. Por el contrario, siguen desembolsando más dinero para disminuir lo menos posible las compras en términos de volumen”.
“En mayo —añadió— tuvimos un crecimiento año a año de 10,67% en los precios, pero el gasto creció 2,8%. Y si nos ponemos a ver el panorama general de ese gasto, hay una desaceleración con respecto a 2022, porque tenemos una base comparativa muy alta, pero sigue siendo positiva porque gastamos más frente al año pasado”.
En términos de cantidad, Olaya afirmó que, “cuando uno hace el descuento de los precios, la gente está adquiriendo menos servicios de la canasta de entretenimiento, en mayo tuvimos una variación de -3,5%. Pero esto va acompañado de varios hechos”.
“Por ejemplo, en 2022 tuvimos un boom de conciertos y los que no pudieron asistir han tratado de aprovechar los espectáculos este año. De hecho, se esperaría que la oferta sea mayor que la de 2022. Hay que mencionar los estrenos en cine y todas las finales de fútbol, que también mueven un montón”.
Mejores mediciones
Paula Trujillo hizo un llamado para que la revisión del área de entretenimiento, creatividad y cultura cuente con una mirada desagregada, de tal manera que el sector y los actores que intervienen en él puedan comprender quiénes crecen y quiénes no.
“Esas cifras que el Dane ha entregado han generado cierta inquietud, sobre todo del ecosistema cultural, porque son un consolidado que tiene subsectores y para quienes hacemos parte del ecosistema tiene una relevancia distinta que se estén vendiendo más tiquetes de teatro o más libros o saber cómo se comporta la gastronomía”, concluyó.