Durante el año anterior la cuenta de ingresos de la textilera Coltejer observó un aumento de 74%, al pasar de $3.314 millones en 2022 a $5.768 millones en 2023.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
La textilera contempla una reactivación tercerizada de sus actividades productivas.
Durante el año anterior la cuenta de ingresos de la textilera Coltejer observó un aumento de 74%, al pasar de $3.314 millones en 2022 a $5.768 millones en 2023.
Pero, ¿cómo incrementa sus ingresos una compañía que desde mediados de 2021 tiene suspendidas sus operaciones fabriles? Los números estuvieron impulsados por los arrendamientos de bodegas en el complejo industrial que por muchos años ocupó la empresa en el municipio de Itagüí, sur del Valle de Aburrá, así como por la venta de chatarras y equipos obsoletos descartados para una eventual reactivación de las operaciones y por los dividendos percibidos de una porción accionaria que Coltejer tiene en la Promotora Nacional de Zonas Francas.
“En el transcurso de 2023, se mantuvo la suspensión de la producción de textiles. No obstante, durante el ejercicio se exploraron posibilidades de reactivación a través de alianzas estratégicas sin éxito alguno, en parte por la incertidumbre que representan las reformas tributarias, laborales y además por la debilidad del sector textil colombiano frente a la competencia externa. Sin embargo, para este 2024, se continuarán los esfuerzos en la búsqueda de opciones que permitan a la empresa el aprovechamiento de la maquinaria y el aprecio de la marca en el país”, se lee en el informe anual de resultados.
El texto añade que “en línea con la perspectiva de continuidad, la empresa ha optado por no liquidarse ni disolverse, continuando diversas actividades destinadas a prolongar su existencia”, y es así como en los terrenos de Itagüí se mantiene la actividad inmobiliaria tanto para el arrendamiento de bodegas y zonas verdes, así como la promoción de la venta de estos.
Pese a que gran parte de la maquinaria se trasladó al municipio de Rionegro, en el Oriente antioqueño, estos activos siguen si tejer un metro de tela, y para ellos se busca que entren en operación así sea de manera tercerizada, es decir que haya un interesado al que se le puedan subarrendar estos equipos para la producción de no tejidos o índigo. Otras opciones serían que Coltejer consiga un contrato rentable y de largo plazo que le permita volver a elaborar estos productos o vender una de las plantas instaladas, entre ellas una de hilatura.
Un dato llamativo fue que el mes pasado, en un reporte enviado a la Superintendencia Financiera, la textilera reportó que las utilidades obtenidas en 2023 sumaron $3.296 millones de los cuales el 10% se destinaría para la reserva legal y el resto para enjugar pérdidas de ejercicios anteriores. Pero, la semana anterior se precisó que el ejercicio del año anterior arrojó un resultado negativo, y que la pérdida fue de $984 millones.
Fuentes de la empresa explicaron que al cierre de los resultados en febrero pasado se observó una utilidad no operacional, que estuvo asociada a los avalúos de los terrenos que están disponibles para la venta en el complejo industrial que por muchos años ocupó la empresa en el municipio de Itagüí, sur del Valle de Aburrá. Pero, la revisoría fiscal detectó posteriormente que no se incluyeron unos intereses facturados y pagados por un préstamo con el Grupo MCM (uno de los accionistas mayoritarios), lo que obligó a realizar un ajuste contable que derivó en la pérdida de $984 millones para el año pasado.
Adicionalmente, en junio de 2023 el proveedor del sistema de almacenamiento en la nube, Asic, sufrió un incidente de seguridad informática, lo cual obligó a la administración de Coltejer a poner en práctica el protocolo de recuperación de la información de los backup o respaldos existentes, y a la migración hacia un nuevo proveedor, situación que comprometió las fechas de reporte de información contable a las entidades de control por tres meses; sin embargo, se cumplió de manera oportuna con la presentación de las declaraciones de impuestos, y con la atención de los temas legales.
Del predio de Coltejer en Itagüí ya se vendieron unos 52.000 metros cuadrados en los cuales están en ejecución algunos proyectos residenciales, y están por enajenar otros 135.000 metros cuadrados que por la normativa local no pueden destinarse a vivienda y solo podrían desarrollarse complejos comerciales o de servicios