En las 13 ciudades principales y áreas metropolitanas de Colombia, la informalidad se estableció en 47,7 %, según se lee en el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). La disminución de este indicador se ha convertido en uno de los retos más relevantes que se han trazado en la pandemia (ver Gráfico).
Voceros del Ministerio de Trabajo explicaron a EL COLOMBIANO que la Política de Promoción del Empleo Formal se estructura en cuatro componentes: asegurar la formación de competencias pertinentes y de calidad para el empleo; ampliar e impulsar el Servicio Público de Empleo para la inclusión laboral; incentivar el emprendimiento y el fortalecimiento empresarial; y actualizar la normatividad laboral y de seguridad social.
Sin embargo, según explicó el docente de la Pontificia Universidad Javeriana, Adrián Garlati, “con el virus, este problema se exacerbó enormemente”, añadiendo que se disminuyeron los ingresos laborales y que hay más personas devengando menos de un salario mínimo mensual, el cual está establecido en 908.526 pesos para este año.
Para mitigar estos efectos del virus, el Ministerio recordó que durante la contingencia se llevó a cabo la creación del Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) y del Programa de Apoyo a la Prima (PAP), “aunado a los distintos fondos dirigidos a la promoción del emprendimiento y la innovación, los cuales no solo han permitido la retención laboral formal, también protegen al empleo formal evitando la caída de empleados a la informalidad”.
No obstante, la visión de Iván Jaramillo, Investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario es que “el equilibro de la política económica y sanitaria condiciona la recuperación de los niveles de empleabilidad que se espera en condiciones de formalidad para la promoción del trabajo con derechos y la recuperación de la demanda agregada a partir de políticas activas de empleabilidad generadas por medio de rutas e incentivos de encuentro entre la oferta y la demanda formal”.
Recordemos que este es un problema que se está viviendo a nivel mundial, como lo ejemplifica la Organización Internacional del Trabajo, la cual reveló que en el tercer trimestre del año pasado se vislumbró un recorte de 12,1 % en el total de horas trabajadas lo cual significa un equivalente a perder 345 millones de puestos de trabajo de tiempo completo (ver Paréntesis).
Atacando el problema
Con el fin de mitigar la cifra de informalidad en poblaciones que generalmente ven en el mercado laboral un panorama más difícil, como lo son los jóvenes y los adultos mayores, Mintrabajo recordó que se han implementado políticas como el artículo 88 de la Ley 2010 de 2019, en el cual se permite deducir hasta 120 % de los pagos que se realicen por concepto de salario a menores de 28 años que estén en su primer puesto, privilegio que se ha expandido para personas en edad de pensionarse y que aún no tienen este beneficio.
Adicionalmente, en términos de impuestos, el Régimen Simple de Tributación (RST) fue otro de los ejes para la formalización. El contribuyente del RST se puede descontar del impuesto los aportes que haga de pensiones de sus empleados e incluso puede estar exonerado del pago de parafiscales, según comentó la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). La seccional en Medellín confirmó que se recaudaron 53.836 millones de pesos en 2020 en tributación por este nuevo sistema.
Desde el empleo en el sector oficial, Función Pública, en voz de su director, Fernando Grillo, indicó que “la implementación del Decreto 1800 de 2019, ha contribuido a la formalización de 1.007 empleos públicos en total, de los cuales, 857 corresponden a la formalización de empleos de las 37 entidades priorizadas”.
Pensando en empresa
La Asociación Nacional de Empresarios (Andi) ha sido enfática en que se necesita preservar el empleo formal. Por esta razón ha reconocido que “a pesar de los avances en esta materia, se seguían evidenciando altas tasas de informalidad”. Para evitar que esto siga avanzando, señalaron que “ debemos trabajar firmemente y de manera urgente en iniciativas que protejan esta población y a la vez incentiven la formalización”.
El viceministro de Desarrollo Empresarial, Saúl Pineda, dijo que 25 % de los micronegocios no cuentan con registro mercantil y es allí donde está el desafío, puesto que si bien la informalidad los hace invisibles en muchos casos ante entidades como la Dian, también les quita las posibilidades de acceder a beneficios otorgados por el Gobierno y las cámaras de comercio.
Y añadió que se está trabajando por la minimización de trámites lo que, incluso, va a mejorar la perspectiva de Colombia frente a listados como el Doing Business.
De cara a un escenario pospandemia en el que este problema no crezca más, el excodirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo planteó que se requiere una política de apoyo al empleo formal, apalancándose en sectores como infraestructura y seguir brindando subsidios a familias que se ven en situaciones difíciles por el virus
12,1 %
fue la disminución de horas laborales en el mundo en el tercer cuarto de 2020: OIT.