Las comunicaciones móviles (voz, texto e internet) cambiaron radicalmente gran parte de la forma en que funcionan las industrias. La expansión y consolidación del sector se llevó a su paso negocios tradicionales, pero también fue la oportunidad para la generación de nuevos modelos empresariales. Los servicios móviles han tenido un impacto positivo en las economías de distintas naciones de América Latina.
De acuerdo con el informe “La economía móvil de América Latina” desarrollado por la agremiación de empresas del sector de telecomunicaciones, GSMA, el impacto del ecosistema móvil en las finanzas de los países de esta parte del mundo se traducen en 280 mil millones de dólares (a cierre de 2017).
El número representó el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de las economías de América Latina. El informe destaca que ese monto tiene en cuenta tanto el impacto directo y el aumento de la productividad que se desprende del uso de esas tecnologías de la información y las comunicaciones (ver Paréntesis).
Para Sebastián Cabello, director regional en América Latina de GSMA, el ecosistema digital “se ha convertido en piedra angular del desarrollo económico de los países más importantes del continente. Y se convierte en un segmento con la expansión y alcance necesarios para que aquellas naciones menos desarrolladas encuentren una oportunidad de negocio. Es un segmento que si tiene las vías de desarrollo necesarias y la inversión que se requiere puede ser aún más productivo”.
El aporte directo de esa actividad económica por obvias razones va en mayor medida a las empresas que se encargan de prestar este tipo de servicios móviles. Según datos de GSMA, durante el año pasado los operadores móviles recibieron 48 mil millones de dólares. Las empresas de las actividades distribuidoras y minoristas se llevaron 9 mil millones, mientras que los proveedores de infraestructura alcanzaron los 7 mil millones de dólares. El resto del dinero se distribuye en pequeñas partes de toda una cadena productiva, donde también se tiene en cuenta al Estado.
“Se habla de redes 5G para hacer más fuerte lo que ocurra con las finanzas del sector durante los próximos años. Pero lo que realmente se necesita es que los servicios 4G se consoliden para después pensar en cuál será el avance para el segmento”, dijo Polkan García, experto en tecnología.
Y es que alcanzar la meta de que las redes 4G se consoliden y le den paso a las redes 5G, haría que los ingresos al Producto Interno Bruto de América Latina se incrementen hasta los 330 mil millones de dólares, hacia 2022 (representaría 5,2 % del PIB).
“En algunos países, la adopción de soluciones sobre el Internet de las Cosas impulsará un aumento de la productividad. En los países más desarrollados el crecimiento se justificará en una mayor adopción de servicios de internet móvil”, concluye el informe.