Colombia ha mejorado en transición energética. ¿Qué significa esto? Que está dando pasos importantes en el camino hacia un entorno más inclusivo, sostenible, asequible y seguro, según el Foro Económico Mundial (FEM).
De hecho, en el más reciente Índice de Transición Energética, el país alcanzó el puesto 25 frente al 34 de 2019 entre 115 economías analizadas, y es el segundo en América Latina después de Uruguay. La evaluación tiene liderando a Suecia, Suiza, Finlandia, Dinamarca y Noruega, mientras que Nigeria, Líbano y Haití tienen el más bajo desempeño.
El avance dio para que el FEM destacara al país junto a República Checa, Hungría, Kenia, Marruecos, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos por sus “ganancias sustanciales en su preparación para la transición, apuntando a mejoras a lo largo de múltiples habilitadores”.
El espaldarazo se da en momentos de alta preocupación por un precio del petróleo que se mueve en los 30 dólares el barril (hoy abre en 36,38, la referencia Brent); una difícil situación por las reservas de gas, que cayeron de 9,8 años a 8,1 años, y el periodo de sequía prolongado que pone el volumen útil de los embalses en 33,22% y los aportes hídricos de mayo en 56,37%, según reseñó la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética del País.
En el informe se valora la seguridad energética, debido a que Colombia es un país que por ahora es autosuficiente por la baja dependencia que tiene de las importaciones, pese a que falta trabajar en la conexión de zonas apartadas, según reconoció Clara Inés Pardo Martínez, profesora de la escuela de Administración de la Universidad el Rosario (ver Para saber más).
“Nos va muy bien en el desempeño del sistema”, se alcanza el 72 % lo que ubica al país en el puesto 9, y destaca la sostenibilidad ambiental, el crecimiento económico y el desarrollo, dijo Pardo.
“Este tipo de índices son subjetivos, pero lo que refleja es lo que se ha hecho entre 2015 y 2020, las subastas de energías renovables, cargos por confiabilidad, contratos de largo plazo”, sostuvo, Jaime Millán, consultor internacional y quién trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De hecho, la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, ha dicho que Colombia ha tenido un salto en las fuentes de energías renovables no convencionales (pj: sol y viento) “de tener 50 MW en capacidad instalada en 2018 a 2.500 MW para el año 2022”, un crecimiento de 1 % al 10 % de este tipo de fuentes de la matriz eléctrica.