En entrevista con EL COLOMBIANO, Rupert Stebbings, director comercial de Alma, la aerolínea que espera volar hidroaviones en el país desde finales de año, revela todos los detalles de cómo sería la operación.
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La compañía está cumpliendo con los requerimientos de la Aerocivil, a la espera de que esa entidad le dé el aval para despegar en diciembre, o a más tardar en los primeros meses del otro año.
Stebbings asegura que la base de operaciones será Cartagena, inicialmente se traerían pilotos extranjeros y que el inversionista principal es Irelandia Aviation, que ha estado detrás de la desaparecida Viva en Colombia o de Ryanair.
“Las tarifas dependerán del número de pasajeros, distancia y otros factores. No tenemos precio de momento, pero es un servicio premium”, destaca el directivo.
¿Por qué les generó interés Colombia?
“En muchas partes del mundo como el Caribe, las Maldivas, Alaska o Grecia operan hidroaviones y nos preguntamos por qué en Colombia no. Exploramos desde el principio de la pandemia y teníamos estudiados aviones, lugares y pensamos en Colombia, porque tiene océano Pacífico, Atlántico, 20.000 kilómetros de ríos o 3.000 lagos. Canadá, por ejemplo, está lleno de lagos y la gente va en avión de pueblo en pueblo. Entonces vimos eso y arrancamos”.
¿En qué va el proceso en la Aerocivil?
“En abril mandamos la documentación manifestando nuestro interés, ellos devolvieron el documento indagando más al respecto. Somos muy conscientes de que esto es un producto totalmente nuevo. Estamos desarrollando todas las respuestas que la Aerocivil necesita, para nosotros es primordial que autoridades, público y trabajadores estén tranquilos con todos los aspectos del producto.
Creemos que para finales de 2024 tendríamos el permiso, sabemos que es un proceso robusto e importante, ojalá sea a finales o unos meses después”.
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¿Cómo sería el inicio de operaciones cuando tengan el aval?
“En el primer año, la base será el Rafael Núñez, en Cartagena; el segundo, como base, puede ser Barranquilla. Pero en Cartagena hay limitaciones para ir a muchos lugares como islas, que son a hora u hora y media en lancha, que muchas veces no son buenas o el clima no da. O hay islas como San Bernardo que son a dos horas o más en lancha.
También hay interés en Mompox, que es hermoso, pero van pocos turistas por la lejanía en carro desde Cartagena y la dificultad para llegar. Conversamos con la alcaldía de Mompox y está ansiosa de buscar alternativas de llevar gente. También miramos Santa Marta - Cartagena. Hay muchas opciones y estamos mirando”.
¿Cuántas personas esperan movilizar?
“Esperamos transportar 1.200 personas al mes. Montamos esa cifra con un análisis muy preliminar, pero tras reunirme con empresarios en Cartagena, Barú o San Bernardo creemos que pueden ser más. Los hoteles y agencias también están llegando con nuevas ideas de rutas”
¿Sería un servicio premium?
“Sí. En Cartagena hay mucha demanda para ese turismo. Es igual al crucero que irá por el Magdalena, que tiene tarifas lujosas, pero una sobredemanda de sus servicios. Vemos que hay turistas con más capacidad económica y que quieren hacer cosas nuevas. Las tarifas dependerán del número de pasajeros, distancia y otros factores. No tenemos precio de momento, pero es un servicio premium. Tendremos trayectos que serán de 10 minutos, otros de 45 minutos y también vuelos saliendo de agua y otros saliendo de tierra”.
¿Cómo funciona un hidroavión?
“Este avión funciona en el agua y también en tierra, tiene capacidad para entre 9 y 11 pasajeros y copiloto y piloto muy calificados. Tiene el mismo proceso de seguridad que los demás aviones en el aeropuerto, mucho espacio y los pasajeros pueden viajar con su equipaje. Además, los trayectos son más cortos.
Si se va de Cartagena a Barú es un acuatizaje normal, muy suave, y luego se acerca a las personas al muelle”.
¿En qué zonas del país ven potencial más allá de la Costa?
“Vemos mucho potencial en Colombia, la limitación son las conexiones. Los turistas no pueden gastar un día entero para ir de un lugar a otro. En el país hay más de 150 aeropuertos, pero son muy pequeños, pero nosotros podemos llegar allí. También podemos llegar al 87% de los ríos. Colombia es un país desconectado y la gente va a donde Avianca, Latam o Copa llegan.
Por ejemplo, Guatapé, para alguien que llegue de Bogotá, es complejo. Otro ejemplo es Barú, el 25% de la gente que va allá es de Barranquilla, y debe tomar avión, taxi y lancha. Nosotros haríamos esa ruta en 25 minutos, es eficiencia de tiempo”.
¿Quiénes están detrás de Alma?
“El inversionista principal es Irelandia Aviation, el fondo de Viva en 2012. Ellos montaron Ryanair y otros proyectos. Tienen mucha experiencia”.
¿Ya están conformando el equipo de trabajo?
“El primer paso es la Aerocivil, cuando lleguemos a cierto punto allí, terminaremos de traer los aviones, tenemos un socio que los tiene, pero aún falta ese permiso de la Aerocivil. Serán dos al principio.
Además, en Cartagena ya estamos mirando oficinas, y también la parte de mercadeo, comercial y operaciones. Poco a poco iremos armando el equipo”.
¿Hay pilotos capacitados acá o los traerán del extranjero?
“Veremos qué quiere la Aerocivil, pero al principio lo más prudente es que vengan pilotos del exterior, quienes tengan capacidad de ser entrenadores para los nacionales. También me han escrito pilotos de aquí que me han dicho que tienen experiencia en estos aviones. Pero, como dije, veremos qué dice la Aerocivil”.
¿De cuánto es la inversión?
“Por conversaciones con inversionistas no puedo dar las cifras. En empleo directo con dos o tres aviones no hay tanto, pero indirectamente haremos diferencia, llevando más gente a destinos como Barú y ayudando a generar trabajo, porque en estas zonas el 75% de los empleos vienen de la comunidad local. Si viaja más gente, hay más puestos de trabajo. Llegaremos a destinos donde el turista usualmente no va”.