En las últimas 5 décadas la población mundial se duplicó y el producto interno bruto global creció 4 veces. En ese periodo la extracción anual de materiales creció de 27 billones de toneladas a 92 billones y se duplicará de nuevo a 2060 con base en la tendencia actual.
El crecimiento acelerado y desbordado de la extracción de recursos naturales es el principal culpable del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad, de acuerdo con un reporte entregado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El Panorama de los Recursos Globales 2019 encontró que “la extracción y procesamiento de materiales, combustibles y alimentos responden por cerca de la mitad de las emisiones mundiales de gases de invernadero y más del 90 % de la pérdida de biodiversidad y estrés del agua”. A 2010, el cambio en los usos de la tierra había causado la pérdida del 11 % de las especies.
“El Panorama Global muestra que estamos arrasando con los recursos finitos del planeta como si no hubiera un mañana, provocando al paso el cambio climático y la pérdida de biodiversidad”, según Joyce Msyua, directora ejecutiva del programa. “Francamente, no habrá un mañana para muchas personas a menos que nos detengamos”.
Desde 2000, el crecimiento en las tasas de extracción se aceleró 3,2 % anual, sobre todo por las grandes inversiones en infraestructura y niveles de vida material más altos en países en desarrollo y en transición, especialmente en Asia. Sin embargo, los países más ricos todavía necesitaban 9,8 toneladas de materiales por persona, movilizados de cualquier sitio del mundo, lo que incide en la tendencia.
El uso de minerales metálicos aumentó 2,7 % anualmente y los impactos asociados en la salud humana y el cambio climático se duplicaron de 2000 a 2015. El uso de combustibles fósiles pasó de 6 billones de toneladas en 1970 a 15 billones en 2017. La biomasa se incrementó de 9 billones de toneladas a 24 billones, más que todo por alimentos, energía y materias primas.
También reportó que la arena, la grava y la arcilla representan la mayor parte de los minerales no metálicos utilizados. El incremento en el uso de estos minerales, que pasó de 9.000 millones a 44.000 millones de toneladas entre 1970 y 2017.
Con base en datos históricos, el reporte proyecta la situación a 2060. De 2015 a 2060 se espera que el uso de recursos naturales crezca 110 %, derivando en la reducción de selvas un 10 % y del 20 % en otros hábitats como pastos. Las implicaciones para el cambio climático serán severas, con un aumento de 43 % en las emisiones.
Si el crecimiento económico y el consumo continúan a las tasas actuales se requerirán muchísimos esfuerzos para asegurar un crecimiento que no provoque impactos ambientales negativos.
“El crecimiento económico que se consigue a expensas de nuestro planeta es, sencillamente, insostenible. El desafío consiste en satisfacer las necesidades de las personas dentro de los medios de que dispone nuestro planeta. Para alcanzar este objetivo ambicioso, pero fundamental, es preciso que los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y las personas redefinan lo que entendemos por progreso e innoven para cambiar las decisiones, los estilos de vida y las conductas”, concluyó Msyua.
Se agotan los recursos.