Durante el último mes ningún turista pudo entrar al Parque Tayrona. Pero el lugar no estuvo solo: jaguares, pumas, venados, caimanes y paujiles, entre otras especies de fauna silvestre, se pasearon por las montañas y playas.
John Jairo Restrepo, administrador del Parque Nacional, aseguró que con la ayuda de cámaras trampa monitorearon el comportamiento de las especies durante el tiempo del cierre, y el resultado fue satisfactorio.
“El cierre fue un descanso para el parque y permitió ver que los ecosistemas están muy bien conservados. Muchos de los animales que captamos en cámara no son fáciles de ver a simple vista porque detectan la presencia de humanos y huyen”, dijo.
Entre los hallazgos más emocionantes del cierre, Restrepo señaló las huellas de un jaguar y su cría que fueron encontrados en una de las playas. “Normalmente hasta aquí no llegan porque hay muchos visitantes”, recordó.
Muchas de las especies grabadas y fotografiadas por los equipos del parque están en vía de extinción y por eso su conservación es parte de la misión del parque.
Durante el mes de cierre -que inició el 28 de enero y se alargó hasta el 28 de febrero- las comunidades indígenas de la Sierra Nevada también aprovecharon para llevar a cabo sus rituales.
“Hicieron sus pagamentos y los mamos de los cuatro pueblos vinieron y nos contaron que en sus rituales habían podido hablar con felinos, micos y cocodrilos, y que percibían un mejor estado del ecosistema, respecto al 2015 cuando hicimos el primer cierre”, agregó Restrepo.
Los cauces de agua también se recuperaron luego del intenso verano y los sitios de visita están listos para recibir la temporada alta que trae Semana Santa.
Más cuidados y restricciones
John Jairo Restrepo explicó que sólo el 7 por ciento del área del Parque Nacional Tayrona está abierto para los turistas pero que el propósito consagrado en el nuevo plan de manejo -que está en discusión- es reducir esa área a 3 por ciento.
Pero aclaró que eso no impactará el turismo: “vamos a reducir el ancho y largo de algunos caminos, los parqueaderos y zonas de camping. También se van a reglamentar actividades como el buceo, careteo y guianza. Eso lo estamos revisando con las comunidades indígenas”, agregó.
El año pasado el parque recibió 391.000 visitas, casi 57.000 más que en 2015. De ellos, 127.000 correspondían a ciudadanos extranjeros.