Un reciente estudio de la Universidad de Columbia, publicado en la revista Science Advances, ha encendido las alarmas en torno a los efectos de las altas temperaturas en la salud de los seres humanos.
A diferencia de lo que se creía, no son las personas mayores las más vulnerables, sino los jóvenes y los niños, especialmente los bebés. El informe, basado en datos de mortalidad y temperaturas de México entre 1998 y 2019, señala que el 75 % de las muertes relacionadas con el calor se produjeron en personas menores de 35 años. De este porcentaje, una gran parte corresponde a personas entre los 18 y los 35 años, un grupo considerado fisiológicamente fuerte.
“Es una sorpresa. Se trata de las personas fisiológicamente más robustas de la población”, afirmó Jeffrey Shrader, coautor del estudio y miembro del Centro de Economía y Política Medioambiental de la Universidad de Columbia.
El estudio explica que una de las principales razones detrás de este fenómeno es la exposición de los jóvenes a trabajos al aire libre bajo condiciones extremas. Agricultores, obreros y trabajadores de la construcción están expuestos al sol por largas jornadas, muchas veces con condiciones laborales inflexibles. A esto se suma la práctica de actividades deportivas al aire libre, habitual en personas jóvenes.
“Son los más jóvenes quienes probablemente realizan la mayor parte del trabajo físico en condiciones laborales exigentes”, señaló Shrader. Además, los menores de 5 años, en especial los bebés, son otro grupo altamente vulnerable. Su cuerpo absorbe el calor con mayor rapidez y su sistema de sudoración no está totalmente desarrollado, lo que los expone a un riesgo mayor de sufrir golpes de calor o hipertermia.
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El análisis identificó que, de las 3.300 muertes anuales relacionadas con el calor en México, 1.050 fueron de personas entre 18 y 35 años y 1.206 de menores de cinco años. En comparación, la mortalidad de personas entre 50 y 70 años fue menor, desafiando la creencia generalizada de que las personas mayores son las más vulnerables al calor.
Esta información ha permitido a los investigadores hacer correlaciones entre las olas de calor y el exceso de muertes.
Las conclusiones del estudio no solo aplican a México. Según los investigadores, países de África, Asia y América Latina, donde gran parte de la población joven se dedica a trabajos manuales en condiciones extremas, también podrían experimentar un aumento en la mortalidad relacionada con el calor.
El coautor R. Daniel Bressler afirmó: “Prevemos que, a medida que aumenten las temperaturas, las muertes relacionadas con el calor también lo harán, y los jóvenes serán los más afectados”.
A pesar de la gravedad de la situación, el informe también aclara que, en la actualidad, el frío sigue siendo la principal causa de muertes relacionadas con la temperatura a nivel global.
Sin embargo, a medida que el calentamiento global avanza, se espera que esta tendencia cambie, haciendo del calor extremo una amenaza aún mayor.