Cerca de un centenar de personas protestaron en la noche de este jueves en el puente de Guayaquil, el sitio donde inician los alumbrados navideños, asegurando que no los iban a dejar trabajar en el recorrido de esta celebración navideña. Sin embargo, desde la administración distrital informaron que se trataría de aquellos que no resultaron beneficiados en el sorteo de selección de los puestos estacionarios que hay en este recorrido.
Los manifestantes lanzaban arengas contra el alcalde Federico Gutiérrez, asegurando que no les querían respetar el derecho al trabajo, bien fuera en los puestos que se sortearon o de manera ambulante, por lo que fue necesaria tanto la intervención de la Policía Metropolitana como de la Personería Distrital de Medellín.
Mientras al final del recorrido, si se piensa de sur a norte, avanzaba con normalidad los actos de encendido de las luces navideñas, al inicio se trataba de controlar a los manifestantes inconformes por las medidas impuestas por la Alcaldía de Medellín para el control del comercio informal durante la temporada de fin de año en los alumbrados.
Finalmente, ya cuando las luces navideñas se encendieron, los manifestantes fueron retirados de la zona y quienes pretendían disfrutar del recorrido de las luces del río Medellín y Parques del Río, lo pudieron hacer sin ningún inconveniente.
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Cabe destacar que la Subsecretaría de Espacio Público de Medellín realizó el mes pasado el sorteo de 346 puestos estacionarios que se ubican en Parques del Río, el corredor del río Medellín y los sectores de Bolívar y Carabobo.
Para esta selección se escogieron las personas que cumplieran con requisitos como no contar con una resolución de permiso vigente y que se encontraran en estado de vulnerabilidad para evitar que estos puestos quedaran en manos de personas que no lo necesitaran para subarrendarlos, expresaron desde la Administración Distrital.
Precisamente con el fin de que quien se encargue de las ventas no sea la persona beneficiaria del sorteo, desde Espacio Público anunciaron que harán verificaciones constantes a cada uno de los puestos estacionarios, con base en el número asignado a cada uno de ellos, el cual cuenta con un código QR para revisar si los datos coinciden con la persona que está vendiendo.
En caso tal de que esta información no coincida, el puesto puede ser clausurado por parte de la autoridad pertinente y con base en el tipo de infracción, la persona puede perder su sitio.
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