No fue una inocentada, pero el 28 de diciembre, dos cuestionados contratistas del sector alimentos resultaron “ganadores” de una licitación pública en la que fueron los únicos oferentes para manejar el Plan de Alimentación Escolar PAE de Medellín el primer semestre de 2023, cuyo costo asciende a más de $39.500 millones.
La historia se remonta al 28 de noviembre de 2022, fecha en la que la Licitación Pública 70007374 para la “prestación de servicios para la atención alimentaria a población escolar” fue declarada desierta en su lote 3. Ante este panorama y con el tiempo en contra para garantizar la alimentación de los estudiantes de Medellín, se adelantó una selección abreviada de “menor cuantía” —pese al voluminoso costo del contrato— con el número 9014773, el 9 de diciembre de 2022. El objeto de esta era contratar la “prestación de servicios para la atención alimentaria a población escolar en la modalidad de ración industrializada y vaso de leche”.
¿Contrato a dedo?
Según documentos públicos, a esta nueva convocatoria se presentó el 21 de diciembre únicamente el Consorcio PAE Niños Medellín 2023 integrado por las cuestionadas empresas alimentarias Nutriser Colombia S.A.S. y Fundación Alimentarte, que ya han sido reseñadas anteriormente por presuntos malos manejos del PAE en Medellín e Itagüí.
El Consorcio buscaba suplir la entrega de un alimento preparado y empacado así como una ración de leche o un lácteo a casi 73.000 alumnos de 207 colegios de las comunas de Aranjuez, Belén, Castilla, La América y La Candelaria.
En dicho proceso, el Consorcio PAE Medellín ofreció por sus raciones industrializadas entre $3.800 y $5.700. Sin embargo, causa curiosidad que por cada vaso de leche estaba pidiendo $2.746. Es decir que por un solo vaso estaba cobrando casi la mitad de lo que cuesta una bolsa de leche de las marcas más caras.
Pese a las exigencias del Consorcio, el proceso siguió adelante y en él se dieron otra serie de asuntos que causan más dudas. Ese mismo 21 de diciembre el Comité Estructurador y Evaluador Contractual del Distrito de Medellín planteó que el Consorcio PAE incumpliría con los requisitos de verificación técnica y experiencia y por ende no se hallaba habilitado. Además, en el criterio de evaluación, el consorcio obtuvo 718 puntos de 1.000 posibles.
El informe indicaba que el consorcio tenía hasta el 27 de diciembre para subsanar las observaciones hechas. Ese mismo día, y en tiempo récord, fueron anexados los documentos necesarios y una nueva evaluación certificaba que el consorcio ya cumplía con los requisitos. Por eso, ese 28 de diciembre, el Consorcio PAE Medellín –representado por Eddy Alejandra Calle Arteaga– se quedó con el contrato 4600096270 por $39.557 millones para realizarse en 173 días desde el 10 de enero de 2023.
Marzo de hallazgos
Y aunque en los primeros meses todo habría marchado bien con el contratista, en marzo comenzaron a aparecer una serie de observaciones hechas por los mismos supervisores de la Alcaldía. Lo curioso es que varias de ellas no aparecían en los informes de seguimiento elaborados por el Consorcio.
En el Informe Parcial de Supervisión y de Interventoría aparece que “en marzo el contratista entregó un producto que no pertenece al ciclo del menú exigido, porque realizó cambio en las características técnicas de un pastel de guayaba, ya que le añadió un queso industrial cambiando por completo las características del producto. Además, que este pastel no tiene registro sanitario (...)”.
“La interventoría generó dos hallazgos en las plantas del contratista por canastillas sucias. Adicional a esto, la interventoría generó en los establecimientos educativos ocho hallazgos por deficiencias higiénicas en superficies del transporte de alimentos. Y uno de los 38 vehículos usados en este mes para el transporte de alimentos presentaba grietas, perforaciones y rupturas, exponiendo el material de los mismos, lo que no garantiza una correcta limpieza y desinfección (...)”, se lee en el mismo documento.
Hay otra situación que llama la atención del contratista y es el aumento en los precios de sus insumos. Tal vez el hecho más llamativo es que pese a que ofertó el vaso de leche a $2.746 pesos, el municipio se lo estaba pagando a $2.790. Aún así, desde marzo se le paga a $2.820 pesos. Además, los demás productos tuvieron incrementos entre los $30 y $90, que podrán parecer poco pero cuando se multiplican por cientos de miles de raciones se vuelven una cifra significativa.
Otra situación es la cantidad de personal que rota cada mes.
Para enero, 8 operarios renunciaron, mientras que en febrero fueron 6. En marzo llegaron al consorcio 16 nuevos trabajadores. Tal vez la explicación a esta rotación la pueda dar este hallazgo de la interventoría que dice que “en la periodicidad del pago, se evidenció que el contratista realiza pagos quincenales al personal administrativo y mensuales a los operativos”.
Algo similar ocurre con el número de vehículos, pues en enero el contratista contaba con 18 automotores para suplir toda su demanda en los 207 colegios, en febrero tenía 12 para la misma tarea y en marzo llegó a tener 38. Lo curioso es que, pese a esas cifras, al parecer no se habrían producido atrasos y demoras a la hora de entregar las raciones. ¿Cómo hicieron?
Por último y no menos llamativo es el hecho de que el total de raciones entregadas es difícil de calcular, pues en los informes no hay un ítem específico y toca hacer la respectiva sumatoria a mano. Por ello, en marzo, según las cuentas oficiales, se repartieron aproximadamente 1.597.295 raciones, contando las industriales y el vaso de leche.
El contrato con el Consorcio PAE Medellín ya tiene comprometida casi la mitad de los $83.000 millones que por vigencias futuras había autorizado el Concejo de Medellín. Según el último informe de marzo, su ejecución física ya llegó al 48%.
Nota actualizada junio 6 de 2023:
En comunicación enviada por la Alcaldía de Medellín desde el despacho de la secretaria Isabel Cadavid Álvarez, se aclaró que en la cláusula quinta del contrato se estableció que los costos directos del contrato en el componente de “costo víveres por cupo” serán sujetos de reajuste de precios. Esto, de acuerdo con los “precios de referencia gramo” y la fórmula de reajuste establecida por la entidad.
Lo anterior da lugar a la variabilidad en el valor de la ración reconocido por el Distrito de Medellín al contratista cada mes de prestación de servicio durante la ejecución del contrato.
“Esta fórmula de reajuste se estableció durante el proceso contractual en razón del alza permanente prevista en los alimentos como resultado de la inflación, de acuerdo con la información suministrada por el DANE y aplicará tanto para el aumento como para la disminución en el costo de los precios de los insumos”, precisó la Alcaldía.