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Lo que sabe de la operación Orión, en la comuna 13 de Medellín, por denuncias, testimonios ante la justicia e investigaciones

Es considerada la mayor acción militar que tuvo lugar en un área urbana del país en la historia del conflicto armado. Dejó una estela de sangre y dolor por la que dos décadas después las víctimas siguen pidiendo verdad, justicia y reparación. Un poco de lo que se ha sabido.

  • La operación Orión dejó múltiples violaciones a los derechos humanos y está marcada por denuncias sobre connivencia entre la fuerza pública y paramilitares. FOTOS EL COLOMBIANO
    La operación Orión dejó múltiples violaciones a los derechos humanos y está marcada por denuncias sobre connivencia entre la fuerza pública y paramilitares. FOTOS EL COLOMBIANO
30 de diciembre de 2024

Los que vivieron la operación Orión, en la comuna 13 de Medellín, la recuerdan con imágenes de sangre, dolor, pánico, muertes, desapariciones; con el sonido aturdidor de las balas y el llanto desesperado de quienes vieron a sus seres queridos por última vez en esa época; con un helicóptero disparando desde el cielo. La Orión, que comenzó el 16 de octubre de 2002, no fue la única operación militar que se hizo en San Javier —fueron casi 20—, pero sí, con la Mariscal, fue la más conocida y la más grande e intensa.

La operación Orión fue una acción acordada entre el Gobierno Nacional, bajo la presidencia de Álvaro Uribe, y la Alcaldía de Medellín en ese entonces de Luis Pérez. Datos de la sociedad civil, autoridades, testimonios de exparamilirares y militares que han comparecido ante la justicia e investigaciones dan cuenta de que esta intervención se prolongó casi hasta diciembre de ese año, y es calificada como la mayor acción militar que tuvo lugar en un área urbana del país en la historia del conflicto armado.

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El informe Medellín: memorias de una guerra urbana, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), da cuenta de que la decisión de ejecutar la Orión se dio bajo las políticas de seguridad democrática del expresidente Uribe, luego de que las autoridades locales vinieran pidiendo más pie de fuerza para la ciudad. Dicha operación fue presentada como una retoma de la comuna 13 por parte del Estado para quitarles el dominio a las milicias de los Comandos Armados del Pueblo (CAP), del ELN y las extintas Farc, que ejercían autoridad y control territorial en la zona: “controlaban la vida de las comunidades, mataban, secuestraban y extorsionaban a comerciantes y trabajadores, además, prohibieron la entrada de cualquier funcionario o entidad pública, incluido el alcalde”, como consta en el informe de la Comisión de la Verdad.

Publicaciones de la época de EL COLOMBIANO.
Publicaciones de la época de EL COLOMBIANO.

Con la idea de erradicar dicho dominio, la Orión, una operación conjunta entre la Policía, el Ejército, la Fuerza Aérea, el DAS y la Fiscalía, y su mayor intensidad se dio entre el 16 y el 18 de octubre de 2002, en especial en los barrios Belencito, El Corazón, 20 de julio, las Independencias, Nuevos Conquistadores y El Salado. La llegada apabullante de la intervención militar, con alrededor de 1.500 efectivos de la fuerza pública, con el emblemático helicóptero rodeando la comuna, con la resistencia de las milicias en contra de las acciones de la fuerza pública, pero también con encapuchados caminando por las calles, se fue convirtiendo en una escalada de violencia que dejó a la población civil inocente en medio, y 22 años después con la carga del mayor dolor posible.

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En medio de la resistencia que pusieron las milicias a la intervención, cargaron un bus con dinamita para bloquear una de las vías de acceso al sector, el cual fue desactivado por la Policía; asimismo, el Batallón 44 del Ejército fue atacado con granadas. Pero la respuesta de las fuerzas estatales también fue severa, desproporcionada y hay denuncias de su arbitrariedad. “Orión fue emblemática por las modalidades de violencia que desplegó (capturas arbitrarias, detenciones selectivas y posteriormente desapariciones), por las serias denuncias sobre la actuación irregular de agentes del Estado (además de fuerza pública, DAS y Fiscalía) y por la participación de grupos paramilitares”, se lee en el informe del CNMH.

La población civil inocente quedó en medio de las confrontaciones y acciones de la operación. FOTOS EL COLOMBIANO
La población civil inocente quedó en medio de las confrontaciones y acciones de la operación. FOTOS EL COLOMBIANO

Mario Montoya, comandante de la Cuarta Brigada para esa época y quién lideró la operación junto a Leonardo Gallego, entonces comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, afirmó que la Orión fue dirigida contra “la guerrilla, las autodefensas ilegales y la delincuencia común” que dominaban barrios enteros de la comuna.

De acuerdo con un artículo publicado por EL COLOMBIANO el 30 de octubre de 2005, durante esos días de operación el balance era de 9 muertos de la insurgencia, 4 de la fuerza pública y 4 civiles, al parecer uno de ellos fuera de combate. Pero en el informe del CNMH se registran datos de fuentes no oficiales, según las cuales en medio de esos combates se presentaron 40 civiles heridos, entre ellos 16 menores de edad (10 de ellos menores de 12 años), 6 desaparecidos, 308 detenidos (de los cuales 170 fueron judicializados y 82 recibieron medida de aseguramiento) y 7 denuncias por torturas. Hoy las víctimas hablan de muchísimos más casos.

También el informe de la Comisión de la Verdad recoge testimonios que han entregado exparamilitares y militares comparecientes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quienes afirman que la Orión fue una intervención coordinada entre el Ejército Nacional desde la Cuarta Brigada, la Policía y el Bloque Cacique Nutibara que comandaba Diego Fernando Murillo, ‘Don Berna’. De hecho, el mismo exjefe paramilitar aseguró que varios de sus hombres fueron a la comuna, muchos encapuchados, con el fin de identificar personas, algunas de las cuales luego fueron asesinadas, otras capturadas y otras desaparecidas.

Esta versión fue ratificada por un exmilitar que estuvo en la operación y que le confirmó a la Comisión de la Verdad que hubo connivencia con los paramilitares. Según el informe, esto dijo: “¿Mi misión cuál fue? Ir a Medellín, recoger los guías de las autodefensas, estaba ‘Don Berna’, ‘Doble Cero’, estaba todo unido, no habían peleado: ‘Vamos a recuperar la comuna 13’; reuní los manes en un jeep y una camionetica, los llevé a la Cuarta Brigada, les dije: ‘Mi general, aquí están los informantes que conocen todo, todo’, los dejé ahí. Se reunieron, salimos y llevé a los mismos informantes y se los presenté a los comandantes que iban a entrar. Ellos sí sabían que ‘Don Berna’ se los había mandado, y que se los había mandado ‘Carlos’ y ‘Doble Cero’”.

La Orión se hizo con el argumento de acabar con el dominio de las milicias guerrilleras de la comuna 13. FOTO EL COLOMBIANO
La Orión se hizo con el argumento de acabar con el dominio de las milicias guerrilleras de la comuna 13. FOTO EL COLOMBIANO

Por su lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su sentencia del 23 de agosto de 2023 en el caso Guzmán Medina y otros vs. Colombia, dio cuenta de que la Comisión Interamericana señaló que la Orión permitió consolidar la incursión de los grupos paramilitares en la comuna 13, estructuras que desaparecieron a Arles Edisson Guzmán Medina y otras personas días después de la misma. “En el marco de la operación Orión se dieron desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, atentados contra la vida y la integridad personal, amenazas de muerte y desplazamientos de los habitantes de la comuna. Con posterioridad a la operación Orión, en un proceso de consolidación de esta, el Bloque Cacique Nutibara ingresó a la comuna 13 y se volvió el grupo hegemónico. Al dominio de dicho grupo le siguieron expulsiones, desplazamientos y desapariciones forzadas, y se presentó un alto número de inhumaciones clandestinas, específicamente en los sectores de La Arenera y La Escombrera”.

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De acuerdo con otras declaraciones de alias Don Berna, en la operación participaron paramilitares que previamente habían hecho un trabajo de inteligencia en la comuna y que acompañaron a la fuerza pública en allanamientos y captura de supuestos colaboradores de la guerrilla; hoy, decenas de víctimas denuncian que bajo ese actuar se llevaron a sus seres queridos, a quienes bajaron de medios de transporte, interceptaron en las calles o sacaron de las casas y siguen desaparecidos dos décadas después, el mismo tiempo que llevan denunciando las desapariciones y la posibilidad de que sus cuerpos hubieran sido enterrados en La Escombrera, donde se hicieron los recientes hallazgos de estructuras óseas que están en proceso de identificación.

Otra de las declaraciones de ‘Don Berna’ fue: “El Cacique Nutibara hizo inteligencia, logró la ubicación de guerrilleros, se infiltró dentro de la población civil y todos estos datos se le adjuntaron a las Fuerzas Militares”, según la investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Asimismo, para las labores forenses que se han adelantado en La Escombrera, se ha seguido el rastro a declaraciones de exparamilitares, varios postulados a Justicia y Paz. A los de ‘Don Berna’, se tienen en cuenta testimonios de Luis Adrián Palacios, “Diomedes”; José Miguel Gil, “Federico”; Juan Carlos Villa, “Móvil 8”; y Enrique Aguilar, “Aguilar”; entre otros.

La resistencia de la comunidad de la 13

Las semanas posteriores al primer día de la Orión, e incluso los años siguientes, continuaron los allanamientos y capturas en la zona por parte de la fuerza pública, y los meses siguientes cobraron fuerza las denuncias de la connivencia de las fuerzas estatales con paramilitares para erradicar el dominio de las milicias en la comuna, así como la consolidación del actuar paramilitar con muchos más casos de homicidios y desapariciones forzadas.

Aunque, como consta en informes oficiales e investigaciones, después de la Orión se registraron disminuciones en las cifras de homicidios en Medellín y el Valle de Aburrá, pero fueron más los efectos negativos en la comunidad, solo por el número de gente inocente asesinada y la gran cantidad de desaparecidos.

La operación también marcó con fuerza acciones de resistencia de la población civil, que empezó durante la misma intervención. Entre las más recordadas está la Marcha de Solidaridad, que hicieron en 2002 tras ser convocada por la Ruta Pacífica de Mujeres y Mujeres de Negro, en respuesta a la detención de tres mujeres miembros de la Asociación Mujeres de las Independencias (AMI) justo en la operación Orión. Esta marcha salió desde el centro y llegó hasta la 13 con cientos de mujeres vestidas de negro exigiendo la libertad de Teresa Yarce, Socorro Mosquera y Mery Naranjo.

Además: La JEP citó al general (r) Montoya por posibles crímenes en alianza con paramilitares en la Operación Orión en la Comuna 13

También se crearon movimientos y colectivos, como Mujeres Caminando por la Verdad, que hoy persiste y que ha luchado dos décadas por la búsqueda de los desaparecidos. Y los jóvenes utilizaron el arte y la cultura para resistir. Según los relatos de construcción de memoria, comenzaron con el hip hop como una forma de contar sus historias y decir no a la violencia. Así nació, por ejemplo, el festival “Revolución sin muertos” desde 2004, como una jornada por la paz, la memoria y la no violencia; o el emblemático Graffitour. Se fueron creando grupos juveniles, de memoria, cultura, que empezaron a tener apoyo de los gobiernos locales y se han consolidado.

Marcha Solidaridad, las mujeres se vistieron de negro para exigir la liberación de tres lideresas detenidas durante la operación. FOTO Tomada del informe <i>Medellín: </i><i>Memorias de una guerra urbana</i>
Marcha Solidaridad, las mujeres se vistieron de negro para exigir la liberación de tres lideresas detenidas durante la operación. FOTO Tomada del informe Medellín: Memorias de una guerra urbana

Por los presuntos crímenes cometidos por la fuerza pública en alianza con paramilitares, en septiembre pasado, la Sala de Reconocimiento de la JEP citó al general (r) Mario Montoya, tras analizar varios informes de organizaciones de víctimas y en las versiones de otros miembros de la fuerza pública acerca de crímenes en el marco de la operación militar.

“La investigación indica que, durante esos periodos, se habrían cometido crímenes por parte de miembros de unidades adscritas tanto a la Cuarta Brigada como a la MEVAL, en el marco de varias operaciones realizadas por la fuerza pública en la Comuna 13 de Medellín, entre los años 2001 y 2003, entre esas la ‘Operación Orión’”, señalaron desde la JEP. En la misma citación, también se incluyó al general (r) Gallego Castrillón por el conocimiento que pueda tener durante su comandancia de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (MEVAL), entre 2000 y 2003.

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