Los tres miembros de una misma familia que murieron envenenados en la mañana de este miércoles en el barrio La Isla, comuna 2 (Santa Cruz), de Medellín, fueron identificados como Diana Lorena Vélez Raigosa, de 42 años, y sus hijos María Camila y Juan Carlos Hincapié Vélez, de 21 y 17 años, respectivamente. A todos tres los encontraron sin vida dentro de la propiedad donde residían hace más de una década, al igual que la mascota de la familia, un gato.
El hallazgo de estas tres personas se registró pasadas las 7:00 de la mañana en la calle 115 con la carrera 46, cuando los familiares se alertaron de lo ocurrido por un mensaje que llegó a sus redes sociales, en el que especificaban detalladamente dónde estaban las llaves para abrir la puerta y en qué sitio. Cuando uno de los parientes decidió entrar para ver qué había pasado, se encontraron a los tres fallecidos en sus camas, sin notorios signos de violencia.
María Esperanza Bedoya, vecina del sector, relató que “es una situación muy triste y nos enteramos porque una de las familiares nos pidió ayuda y cuando entramos encontramos los tres muertos, la mamá y sus dos hijos. Es una situación muy dura la que nos tocó ver”.
La primera versión que surgió de los hechos es que Diana Lorena habría suministrado la sustancia tóxica a sus dos hijos y cuando estos se encontraban agonizando ella habría acabado con su vida. Sin embargo, el comandante encargado de la Policía Metropolitana, general Rosenberg Novoa, señaló que esto se habría tratado de un suicidio múltiple.
“No encontramos preliminarmente rastros de violencia hacia estas tres personas. Hallamos unos manuscritos, al parecer por parte de la señora, quien manifestaba la voluntad en vida de dejar sus órganos a disposición de la ciencia para que se hicieran estudios. Sus dos jóvenes se encontraron también en esta residencia muertos, en dos habitaciones diferentes. También hubo unos mensajes que habría transmitido el joven de 18 años a su padre, quien vive en el exterior, donde le manifestaba también la voluntad de ocasionar este hecho”.
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El contenido de ambos textos fueron dados a conocer, tanto el que redactó la madre y que hallaron al lado de su cadáver, como el mensaje de texto por el cual ubicaron los despojos mortales después de esta muerte por intoxicación múltiple en las primeras horas de este miércoles.
El texto que habría relatado Diana Lorena decía: “Yo, Diana Lorena Vélez, manifiesto y autorizo en vida la voluntad de donar mi cuerpo fallecido a la ciencia médica, de no ser posible la donación, manifiesto mi voluntad en vida y autorizo ser cremada y las cenizas ser desechadas”. Por su parte, el mensaje por el cual los encontraron los cuerpos, enviado por uno de los hijos, expresaba: “Por favor, venga muy temprano, apenas se despierte. La llave queda en el borde de la ventana. La otra llave queda en la mata para que le diga a mi papá, busca el contacto de él y le avisa, él se tiene que hacer cargo de nosotros tres”.
Posteriormente, el medio CM& dio a conocer una segunda carta, en la que, al parecer, Diana Lorena le habría escrito a la novia de Juan Carlos: “Juana, perdóneme por hacerla sufrir. Le doy las gracias por los buenos momentos que mi hijo pasó a su lado, por el cariño brindado. Siento mucho hacerla pasar por esta situación, pero no podía dejarlos abandonados y sufriendo día a día con el suicidio de su madre. Quedan preguntas sin respuesta, pero piense que Juan hasta su último día fue feliz”.
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Este manuscrito continúa haciendo referencia a que le dejó una suma de dinero a la quien fuera pareja de su hijo menor, cuyo monto no trascendió. “Este dinero es para que tenga un poco de tranquilidad mientras pasa el duelo y este momento tan difícil. Eres una mujer muy valiosa y le doy gracias a la vida, porque Juan haya tenido la oportunidad de haberte conocido”.
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Los agentes del CTI de la Fiscalía se encargaron de las labores judiciales de estos cuerpos y dejaron las muertes por establecer, a la espera de que la investigación permita definir realmente qué sucedió en este hecho. Se harán análisis, además, a la carta en cuestión y a un frasco que, en principio, se presume que contendría cianuro, la sustancia que se habría usado para la muerte de estas tres personas y de la mascota.
Los allegados de esta familia, oriunda de Pereira, pero que vivía en la zona hace más de 10 años, indicaron que Diana Lorena se había separado de su esposo el 7 de agosto de 2022, cuando él se fue para las Bahamas para buscar mejores oportunidades para él y su familia. Esta situación habría llevado a la mujer a sufrir cuadros crónicos de depresión, por lo que estuvo dos veces internada en centros asistenciales por esta razón.
En cuanto a los dos hijos de la pareja, para los vecinos de La Isla eran jóvenes ejemplares, que siempre se destacaron por sus rendimientos académicos, recibiendo reconocimientos por ello. Actualmente ambos habían ingresado a la universidad después de ser becados por su excelencia.
María Camila actualmente estaba estudiando historia en la Universidad Nacional, después de haber abandonado la ingeniería ambiental en la Universidad de Medellín. Sus parientes señalaron que era una mujer muy aplicada y que pocas veces salía de su casa. Juan Carlos se había graduado el año pasado de la Institución Educativa Federico Carrasquilla, de este sector, y después de obtener uno de los mejores puntajes en las pruebas Saber Pro, pudo ingresar a la U. de A. para comenzar ingeniería de sistemas.
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Tras conocer lo ocurrido, el papá de los dos jóvenes y compañero sentimental de Diana Lorena ya se encuentra en los trámites para poder regresar en las próximas horas a Colombia y ponerse a cargo de las honras fúnebres y demás trámites legales relacionados con este misterioso caso que consterna a la comunidad de este barrio del nororiente de Medellín.
