Tras varios días de rumores, este miércoles finalmente se hizo pública la salida de Cristian Sánchez de la dirección del Inder Medellín, quien asumió el cargo en diciembre de 2021 tras la salida de Carlos “el mocho” Romero Misas, quien se marchó en ese momento para asumir una curul en el Concejo de Medellín.
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La gestión de Sánchez, al igual que la de Romero, estuvo plagada por denuncias de la ciudadanía por el mal estado de los escenarios en las 16 comunas y los cinco corregimientos, lo que llevó a Sánchez a reconocer que cerca de 220 escenarios deportivos tenían serios problemas de infraestructura, por lo cual la Alcaldía de Medellín solicitó vigencias futuras por $64.500 millones para intervenirlos. No obstante, en abril de este año el Concejo hizo preocupantes advertencias por la irregular ejecución de estos recursos y por la ausencia total de oferta del Inder en decenas de barrios que se quedaron sin formador y sin programas recreativos-deportivos y de bienestar.
Una de las alertas puntuales y la cual Sánchez nunca pudo aclarar satisfactoriamente es por qué el Inder celebró el convenio interadministrativo con Metroparques para la intervención de los escenarios deportivos, una entidad que no solo no cuenta con la experiencia para este tipo de obras sino que durante este cuatrienio ha sido ampliamente cuestionada por varios corporados por presunta corrupción.
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La última salida de Sánchez ante la opinión pública fue la semana pasada para intentar explicar la información que se filtró sobre la oleada de conciertos en el Atanasio Girardot que, en la práctica, erradica al fútbol de dicho escenario. Sánchez entregó declaraciones contradictorias; dijo que Nacional y Medellín sí tendrían garantías para disponer del escenario y que la orden del alcalde Daniel Quintero era “siempre” priorizar el fútbol en el Atanasio por encima de los eventos de entretenimiento, por lo cual no se explica por qué el propio Inder le comunicó a ambos clubes y a la Dimayor que les tocaba salir a buscar cancha porque pretendía utilizar para el segundo semestre el Atanasio para realizar 19 conciertos, aunque luego recularon y manifestaron que serían ocho eventos.
El otro hecho, cuando menos curioso, es que a pesar de que Sánchez le notificó por escrito su renuncia a Quintero el pasado 30 de junio, el mandatario no quiso hacer mención de esto, ni siquiera durante su habitual consejo de gobierno en la mañana de este martes, espacio donde hace anuncios grandilocuentes y donde ha despedido con honores y aplausos por parte del gabinete a decenas de funcionarios. En la renuncia, Sánchez le expresó a Quintero que su “lucha por esta causa se ve opacada por circunstancias que no me permiten seguir construyendo la Medellín Futuro”.
Junto con los rumores de su salida también aparecieron los de su supuesto reemplazo, que apuntan a que Quintero tendría pensado entregarle la dirección del Inder a Ana Patricia Jaramillo Muñoz, quien tiene una relación con Esteban Restrepo y quien logró tener un meteórico ascenso en su carrera, curiosamente, desde que se vinculó afectivamente con el ex secretario de Gobierno y ahora candidato a la Gobernación de Antioquia.
Ana Patricia Jaramillo Muñoz, de 37 años y oriunda de Ituango, una expatrullera que pasó de trabajar en el equipo de ciclovías a convertirse en Jefe de Eventos de Ciudad, cargo para el cual necesitaba ser una profesional especializada grado 3, requisito que se pasó por la faja, tal cual consta en el Sigep.
En los pasillos del Inder señalan a Jaramillo Muñoz como la persona que toma las decisiones importantes, por encima del director de turno, avalada tanto por Restrepo como por Quintero. Jaramillo Muñoz ya figuró en varios escándalos de esta Alcaldía, incluyendo el de uso irregular de un vehículo público, el cual, según la evidencia que recogió EL COLOMBIANO, se convirtió en el carro de Restrepo para hacer sus vueltas personales y transportar a su familia a sus personas cercanas al gimnasio, a centros comerciales y otras actividades de carácter personal.
Estará por verse qué decisión toma Quintero sobre una entidad que durante su gestión estuvo plagada de escándalos y que es señalada por la ciudadanía de dejar tirada todos los programas de recreación, bienestar y salud, fundamentales sobre todo en los barrios populares.
