Los casos de violencia intrafamiliar, abusos sexuales contra niñas, niños y adolescentes y otros conflictos en los hogares siguen siendo uno de los problemas más urgentes de Medellín y tienen el agravante de que las comisarías de Familia andan con la capacidad desbordada para atender las denuncias que llegan en busca de amparo para los derechos de las víctimas.
Las cifras hablan por sí solas: en este momento, según datos oficiales, hay por lo menos 14.000 procesos represados en las comisarías de la ciudad y la sobrecarga es tal que incluso ya hay algunas que tienen programadas audiencias para noviembre de 2025, lo que no es ideal, porque quiere decir que no hay una respuesta oportuna a las víctimas de hechos como violencia intrafamiliar.
Es por ello que muchos celebraron la aprobación que hizo hace algunos días el Concejo de Medellín al proyecto presentado por la administración distrital para crear siete nuevas comisarías que entrarán a reforzar las 22 ya existentes. No es mera voluntad política. La Ley 2126 de 2021 exige que haya mínimo una comisaría por cada 100.000 habitantes, por lo cual la ciudad, con una población de aproximadamente 2’700.000 personas, tiene déficit de estos espacios tan demandados por los ciudadanos.
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La secretaria de Gestión Humana y Servicio a la Ciudadanía, Natalia Ramírez, señaló que entre el 1 de enero de 2019 y el 14 de julio de 2024 las comisarías de la ciudad recibieron 30.151 procesos de restablecimiento de derechos, 34.344 casos de violencia intrafamiliar y 20.436 solicitudes de intervención en conflictos familiares. Aunque estos números no representan la totalidad de los hechos, porque muchos son atendidos en otras instituciones según su complejidad o no se denuncian, sí ejemplifican el impacto que tienen las comisarías en las comunidades.
Entre las ya existentes hay 21 zonales, es decir, fijas en las comunas y corregimientos, y una permanente que funciona 24/7 y está ubicada en la zona norte de la ciudad. La concejala Leticia Orrego, coordinadora de ponentes del proyecto de acuerdo, explicó que tras analizar distintas variables como el número de habitantes y las solicitudes de atención a casos de violencias en el hogar, se decidió que las nuevas comisarías quedarían distribuidas así: cinco zonales en las comunas 2, Santa Cruz, 7, Robledo, 8, Villa Hermosa, 13, San Javier, y el corregimiento San Cristóbal; una móvil que estará en distintas zonas según las necesidades y otra permanente que funcione las 24 horas del día, pero en la zona sur.
“Las 22 comisarías de Familia son muy pocas para tantas dificultades. Los comisarios también venían pidiendo tener grupos interdisciplinarios. Hoy se les garantiza que las 22 comisarías que hay más las 7 nuevas van a tener esos equipos, como lo exige la norma”, expresó Orrego. Según el alcance del proyecto, para las siete nuevas comisarías se crearán nueve equipos en total, conformados por comisario, psicólogo, abogado, trabajador social o experto en desarrollo familiar y auxiliar administrativo. Cinco de estos equipos van para las sedes zonales, uno para la móvil y tres para la permanente. Estos cargos serán para funcionarios de carrera administrativa y por meritocracia.
“Aún sigue siendo insuficiente”
No obstante, este proyecto no estuvo exento de críticas. Una de ellas la hizo la exconcejala Dora Saldarriaga, quien cuestionó que no se haya creado ni una sola entre las siete comisarías con enfoque exclusivo de género, en vista de que las mujeres representan el mayor porcentaje de victimización en hechos como la violencia intrafamiliar. Otras voces han dicho que el ideal sería que en todas las comisarías se atiendan los casos con enfoque de género cuando corresponde, por lo cual se habla de fortalecer la capacitación a los equipos de trabajo.
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Por otro lado, aunque es positivo, el aumento de comisarías no resuelve todos los problemas de desbordamiento de capacidad y algunos consideran que queda en deuda incorporar otras en lugares como la comuna 16, Belén, o el corregimiento San Antonio de Prado. Carlos Alberto Velásquez, presidente del Sindicato Antioqueño de Comisarías de Familia (Siacof), resaltó los esfuerzos, pero recordó que desde la organización pidieron crear 14 nuevos espacios, porque hay comunas que superan los 100.000 habitantes. El también comisario dijo que uno de los problemas que están atendiendo es el abandono de personas mayores en hogares geriátricos, hospitales y hasta parques.
A esto se suma, según relataron profesionales de algunas comisarías, que en las sedes actuales se requieren intervenciones en infraestructura, dotación tecnológica y hasta espacios privados para que las personas relaten sus problemas sin que otro montón de gente esté escuchando. Además, por la cantidad y gravedad de los casos que reciben, los profesionales también se ven afectados en su salud mental, por lo cual se debe fortalecer la atención que reciben en este frente.
Ante este panorama, que la administración distrital reconoce, el secretario de Seguridad Manuel Villa, dependencia a la que pertenecen las comisarías a través de la Subsecretaría de Gobierno Local y Convivencia, explicó que este 2024 se da el primer paso en el mejoramiento de las condiciones con una inversión de $10.000 millones, para dotar las sedes con computadores, sillas y escritorios nuevos.
Por su lado, la secretaria Ramírez añadió que este año han hecho unas 115 intervenciones para mejorar clima laboral, la situación psicosocial y la salud mental de los equipos de las comisarías; se reubicaron 11 secretarios y auxiliares administrativos para fortalecer los equipos y se crearon 22 empleos de carrera administrativa parta complementarlos equipos, también por meritocracia.
Para Santiago Figueroa, comisario de la comuna 1, Popular, la creación de las nuevas sedes es también una forma de garantizar y fortalecer la presencia institucional en los barrios, de modo que los ciudadanos no busquen la solución en la justicia por mano propia ni en las estructuras delincuenciales.
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