Durante su reciente reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, Trump propuso que Estados Unidos tome el control de Gaza y que se evacuen a los cerca de 2.5 millones de personas que viven en la franja. Ahora su iniciativa enfrenta rechazo global.
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, el presidente estadounidense presentó su plan para reconstruir el devastado territorio palestino. Sin embargo, la propuesta desató una ola de críticas en la comunidad internacional, que la calificó de inviable, peligrosa y contraria al Derecho Internacional.
“Vamos a poseer Gaza y seremos responsables de desmantelar las bombas sin explotar y las armas peligrosas en el lugar”, afirmó Trump, quien aseguró que su proyecto convertirá la Franja en “la Costa Azul de Oriente Medio”, desarrollando, según él, toda una oferta de empleo y nuevas viviendas para la región.
Pero su visión no contempla que los palestinos sean los principales beneficiarios del proceso de reconstrucción. Según Trump, “no debería pasar por un proceso de reconstrucción y ocupación por las mismas personas que realmente estuvieron allí y lucharon por ella y vivieron allí y murieron allí”.
La polémica propuesta consiste en trasladar a los habitantes de Gaza a países como Egipto y Jordania, países que ya han rechazado tajantemente la idea.
Trump ha sido confuso en sus anuncios, pues mientras apoya la continuidad del acuerdo de cese al fuego y el intercambio de rehenes, lanza la afirmación que pone en riesgo la operación. El asegura que el pueblo palestino querrá ir a un territorio “más seguro” en Egipto y Cisjordania, y además dejó abierta la posibilidad de enviar militares “si es necesario”.
“Haremos lo que sea necesario”, insistió Trump, mientras que su secretario de Estado, Marco Rubio, defendió la idea como una solución “temporal” para la crisis humanitaria en Gaza.
Netanyahu, por su parte, evitó entrar en detalles, pero respaldó a Trump. “Este plan podría cambiar la historia”, afirmó el líder israelí, quien ve en la propuesta una oportunidad para evitar la creación de un Estado palestino independiente.
El mundo entero rechaza la idea de invadir Gaza
Desde la ONU hasta países árabes y aliados occidentales de Estados Unidos, la reacción fue unánime: el plan de Trump no tiene futuro.
El portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, rechazó cualquier intento de “limpieza étnica” en Gaza y recordó que los palestinos tienen derecho a su territorio.
La Liga Árabe calificó la propuesta de “receta para la inestabilidad”, lo que da cuenta de que la decisión podría desencadenar una escalada de violencia y arruinar las treguas vigentes en este momento. Mientras que el rey de Jordania reiteró su oposición a cualquier intento de desplazamiento de la población palestina.
La misma Autoridad Palestina se pronunció y se mostró en total rechazo, “No permitiremos que se violen los derechos de nuestro pueblo”, declaró Mahmud Abás, presidente de la Autoridad.
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Desde Europa, Francia, Alemania y España rechazaron el plan, mientras que la Unión Europea recordó que Gaza es una parte “integral” de cualquier futuro Estado palestino.
Incluso dentro de Israel hay desacuerdos. Mientras Netanyahu avaló la propuesta, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, prometió “enterrar definitivamente” cualquier idea que implique reconocer un Estado palestino.
La propuesta de Trump llega en medio del alto al fuego que ya va para su segunda etapa y que ha permitido la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.
Sin embargo, la paz en la región sigue siendo frágil, y muchos advierten que la idea de trasladar a los palestinos de Gaza solo “echará más leña al fuego”, como declaró Hamás en un comunicado.
Para los palestinos, el temor es claro: cualquier intento de obligarlos a salir de Gaza recuerda el trauma de la Nakba (catástrofe en árabe), así le llaman al desplazamiento masivo de palestinos en 1948 tras la creación del Estado de Israel.
