No cesa la controversia ni la conmoción por el intento de asesinato que sufrió el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. A medida que se conocen detalles del ataque y crecen las voces de solidaridad, aumenta también la tensión en vísperas de la convención republicana que, sin duda, lo coronará al magnate como candidato.
Y es que sangrante, con el puño en alto y la bandera estadounidense de fondo, Trump llamó a sus seguidores a luchar. El republicano sobrevivió el sábado a un intento de asesinato que podría terminar impulsando sus aspiraciones para volver a la Casa Blanca.
El expresidente fue herido por disparos en un evento de campaña en Pensilvania, hecho que resultó en la muerte de un asistente y dejó heridas graves a otros dos. El intento de asesinato ocurrió poco después de que Trump comenzara su intervención.
Para Trump, su salvación responde a una obra de Dios. Llamó a la unión y a evitar que “el mal gane”. Y momentáneamente, los reflectores apuntan al riesgo que corrió más que a sus problemas judiciales.
El episodio ha obligado a su rival, el presidente demócrata Joe Biden, a suspender temporalmente sus actos de campaña, y ha generado la solidaridad de líderes que están en las antípodas del pensamiento del republicano.
Así ocurrió el ataque
El agresor, armado con un rifle, disparó desde fuera del área acordonada del mitin, a unos 200 metros del escenario. Trump, vestido con su emblemática gorra roja de “Haz que Estados Unidos sea grande otra vez”, criticaba la inmigración ilegal. Fue en ese momento en que se escucharon los disparos.
Inicialmente, Trump pareció no percatarse de los cuatro disparos seguidos. El expresidente se agarró la oreja derecha, una bala lo impactó, mientras le gritaban que se bajara de la tarima, antes de un quinto y sexto disparo.
Trump se agachó detrás del atril y los agentes del Servicio Secreto lo rodearon de inmediato. En pocos segundos, se escucharon más disparos, lo que hizo que los seguidores se agacharan y más agentes subieran al escenario.
A Trump se lo volvió a ver, tras salir de entre los escoltas, alrededor de un minuto después de que comenzaran los disparos, mientras el Servicio Secreto garantizaba la seguridad. “Déjame coger mis zapatos”, dijo el republicano mientras los agentes formaban un círculo a su alrededor. Pasaron otros 13 segundos, iban a bajar de la tarima y fue el momento en que Trump levantó el puño hacia la multitud, que respondió con gritos de victoria.
El magnate relató posteriormente lo sucedido en su red Truth Social: “Me dispararon con una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha. Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, inmediatamente sentí la bala desgarrando la piel”.
Inmediatamente antes de desaparecer en una camioneta, este levantó el puño una vez más en señal de agradecimiento a la multitud. Cuando el coche se alejó, fuerzas de seguridad fuertemente armadas llegaron al lugar.
¿Quién es el tirador?
Luego de ser abatido en el tejado de un edificio aledaño, el FBI identificó al autor de los disparos como Thomas Matthew Crooks, de Bethel Park, Pensilvania.
Crooks, de 20 años, fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto en el lugar del ataque. Según el periódico Pittsburgh Tribune-Review, Crooks se graduó en 2022 de la escuela secundaria Bethel Park y habría sido un talentoso estudiante, recibió un premio de US$500 de la Iniciativa Nacional de Matemáticas y Ciencias. Un dato curioso de los registros de votantes indican que era un republicano registrado; sin embargo, según la agencia Reuters, cuando tenía 17 años, hizo una donación de US$15 a ActBlue, un comité de acción política que recauda fondos para políticos demócratas y de izquierda.
El padre del joven habló frente a los medios, pero no dijo mucho. Matthew Crooks, de 53 años, declaró que estaba tratando de averiguar qué había sucedido y recalcó que no haría declaraciones hasta hablar con la policía.
Fuentes policiales dijeron que Crooks estaba armado con un rifle semiautomático estilo AR y disparó desde un edificio a unos 200 metros de distancia del lugar del mitin. Agentes especiales indicaron que Crooks no llevaba ninguna identificación al momento de ser abatido y que los investigadores utilizaron una prueba de ADN para confirmar su identidad.
Posteriormente, se comprobó otro dato más alarmante: Crooks también tenía explosivos en su auto. En el marco de la investigación, se confirmó que los materiales explosivos fueron encontrados en un auto perteneciente a Crooks, estacionado cerca del lugar del evento de campaña en la ciudad de Butler.
Varios testigos aseguraron haber visto al hombre antes del tiroteo y alertaron a las autoridades por un aparente comportamiento extraño. Ryan Knight, un simpatizante de Trump que se encontraba en el mitin, declaró a AFP haber visto al atacante en un edificio cercano. Posteriormente, varios videos publicados en medios de comunicación confirman estos avistamientos, se ve a Crook acostado en el tejado apuntando con el arma.
El Servicio Secreto confirmó que el atacante disparó múltiples veces desde una posición elevada, desde donde propinó la lesión al expresidente, hirió a dos espectadores y causó la muerte de un hombre.
El Servicio Secreto, que ha sido duramente cuestionado por lo ocurrido, este domingo desmintió algunas versiones que indicaban que habían rechazado protección adicional para Trump antes del mitin.
El portavoz del servicio, Anthony Guglielmi, declaró en la red X que estas afirmaciones eran “absolutamente falsas” y aseguró que la agencia ha añadido recursos de protección, tecnología y capacidades nuevas conforme avanza la campaña presidencial.
Las reacciones
El expresidente Donald Trump afirmó el domingo que “fue Dios” quien evitó su muerte en el intento de asesinato durante el mitin de campaña en Pensilvania y llamó a los estadounidenses a unirse con más fuerza para alcanzar la victoria en las elecciones.
“Solo Dios impidió lo impensable”, afirmó en redes sociales el exmandatario, al tiempo que pidió a sus compatriotas unirse para “impedir que la maldad gane”.
Numerosos líderes mundiales condenaron y expresaron su consternación por el intento de asesinato.
El presidente Joe Biden fue uno de los primeros en enterarse y condenar el tiroteo. “No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia. Es enfermizo. Es una de las razones por las que tenemos que unir a este país (...) No podemos consentir esto”, dijo.
“Aún no tenemos ninguna información sobre el móvil del autor de los disparos. Sabemos quién es. Insto a todos a que, por favor, no hagan suposiciones sobre sus motivos o sus afiliaciones”, dijo Biden tras sostener una conversación con Donald Trump, pocas horas después de que ocurriera el atentado.
“La idea de que haya violencia política o violencia en Estados Unidos es simplemente inaudita. No es apropiado. Todo el mundo debe condenarlo”, agregó Biden, quien tenía planes de viajar a Texas a un evento de campaña pero decidió aplazarlo.
La vicepresidenta Kamala Harrys, tampoco dudó en repudiar los hechos. “Estamos rezando por él, por su familia y por todos los que han resultado heridos y afectados por este tiroteo sin sentido.” dijo en su red social X.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también condenó lo ocurrido “inequívocamente este acto de violencia política”, dijo su portavoz Stephane Dujarric.
Desde Suramérica el presidente argentino Javier Milei culpó a la “izquierda internacional” del intento de asesinato: “Con pánico a perder en las urnas, recurren al terrorismo para imponer su agenda retrógrada y autoritaria”, afirmó.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que “la violencia es irracional e inhumana”. Desde Canadá, el primer ministro, Justin Trudeau, dijo que estaba “asqueado por el tiroteo al expresidente Trump” y subrayó que “la violencia política nunca es aceptable”.
Por su parte, el presidente colombian Gustavo Petro dijo que “se debe condenar todo ataque a la democracia”. Previamente, la Cancillería se hizo sentir y se pronunció. “Como país que ha sufrido la violencia, reafirmamos que esta no tiene ningún espacio en el debate político y electoral. Este lamentable hecho fue un ataque a la democracia. Nos solidarizamos con los Estados Unidos en este difícil momento”, señaló.
Otro llamativo mensaje de solidaridad llegó desde Rusia, cuyo gobierno condenó “cualquier manifestación de violencia en el marco de la lucha política”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al tiempo que denunció “numerosos intentos de eliminar a Trump de la arena política”.
Además, el Vaticano expresó su preocupación “tras el episodio de violencia que hiere a las personas y a la democracia, causando sufrimiento y muerte”.
Lo que viene para Trump
Cuando esta semana se presente en la Convención Nacional de Milwaukee, a Trump lo espera una multitud lista para proclamarlo no solamente como su candidato oficial, sino como un milagroso sobreviviente.
En redes sociales han aparecido imágenes elaboradas por sus simpatizantes, donde una mano divina bloquea el tiro que, según ha narrado Trump, le alcanzó en la oreja.
“Creo que esto fortalecerá la base electoral de Trump y unirá a los republicanos detrás de él”, explicó a AFP Wendy Schiller, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Brown. “Pero no estoy convencida de que esto atraiga los votos de los electores independientes”, agregó.
El tiroteo provocó que aquel a quien sus críticos acusan de ser una amenaza para la democracia y el estado de derecho, sea ahora una víctima de la violencia política.
El senador demócrata por Pensilvania, John Fetterman, advirtió este domingo que el ataque no debería convertirse en “una oportunidad para la política o la estrategia”.
La retórica de Trump quien, sumido en escándalos judiciales, asegura que quieren sacarlo del camino electoral, podría verse fortalecida.
