El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reapareció en la noche de este lunes para advertir que la rebelión que desataron el fin de semana los paramilitares del grupo Wagner fue controlada y que, para evitar un derramamiento de sangre en su territorio, les ofreció unirse a las tropas oficiales o exiliarse en Bielorrusia.
“Desde el comienzo de los acontecimientos se tomaron medidas siguiendo mis instrucciones directas para evitar un gran derramamiento de sangre”, dijo Putin durante un discurso televisado, durante el cual juzgó que Occidente y Ucrania querían “un resultado fratricida” con la sublevación paramilitar que el mundo atestiguó.
En su pronunciamiento, que se revistió como una forma de dar tranquilidad a su ciudadanía –de la cual emana cierto rechazo a la sangrienta invasión que desplegó sobre Ucrania hace año y medio–, advirtió que la unidad de su país no está en juego.
“Los organizadores de este motín han traicionado a pueblo y a su país. Mentían a sus propios integrantes y los instaban a disparar a sus propios conciudadanos”, precisó Putin. Y, de paso, les envió a los Wagner un mensaje claro: “Tienen la posibilidad de continuar sirviendo a Rusia con un contrato con el Ministerio de Defensa u otros organismos encargados de hacer cumplir la ley o regresar con su familia y seres queridos, por ejemplo, a Bielorrusia”.
En todo caso, más temprano y vía Telegram, el jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, negó que quisiera tomar el poder en Rusia y justificó su rebelión abortada porque quería salvar su organización y poner en evidencia los “graves problemas de seguridad” en el país.
La rebelión de Prigozhin, un multimillonario otrora aliado de Putin, duró 24 horas y terminó el sábado. Y aunque Prigozhin no reveló su paradero, según un acuerdo alcanzado el sábado con el Kremlin –con mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko–, el mercenario debería exiliarse a Bielorrusia.
“El objetivo de la marcha era no permitir la destrucción del grupo Wagner y responsabilizar a aquellos que con sus acciones poco profesionales cometieron un número considerable de errores” en Ucrania, dijo en el mensaje de 11 minutos.
Según él, la marcha de sus hombres hacia Moscú “ha evidenciado graves problemas de seguridad” porque pudieron apoderarse sin resistencia del cuartel del Ejército en Rostov y de otras instalaciones militares. recorriendo 780 kilómetros antes de detenerse a 200 kilómetros de Moscú.
Si las fuerzas de Wagner no avanzaron más fue, según Prigozhin, para no “derramar sangre rusa”. También dijo que no quería “derrocar el poder” y que tenía el apoyo de los civiles que se cruzó durante la marcha.