El Papa Francisco, de 86 años, hospitalizado desde el miércoles en Roma por una bronquitis, será dado de alta este sábado, anunció este viernes el Vaticano.
“El regreso de Su Santidad a Santa Marta (su residencia en el Vaticano) está previsto para mañana (sábado), tras los resultados de los últimos exámenes” realizados la mañana del viernes, anunció en un comunicado el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El Pontífice argentino, de 86 años, internado en el hospital romano Gemelli desde hace tres días, “transcurre bien” sus jornadas y el “curso clínico es normal”, precisa la nota.
“El Papa Francisco cenó pizza junto a quienes lo asisten en estos días de hospitalización: médicos, enfermeras, auxiliares y el personal de gendarmería” vaticana, señaló Bruni.
“Esta mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo”, añadió. El Papa recibe tratamiento antibiótico por una bronquitis infecciosa y está hospitalizado en el apartamento privado reservado a los pontífices en la décima planta del hospital universitario romano.
Los antecedentes de salud del Papa
En julio de 2021 fue sometido a una cirugía de estenosis diverticular que involucró una hemicolectomía izquierda, con anestesia general.
Se trató de una intervención quirúrgica para extirpar una porción del colon y reducir los problemas causados por los divertículos, que son pequeñas hernias en su pared.
Luego, en 2022, tuvo que postergar su gira por África por una dolencia en su rodilla izquierda que en la actualidad persiste y le impide moverse con autonomía.
El Papa argentino suele hablar en forma “libre y transparente” sobre sus problemas de salud, tanto físicos como psicológicos. Pese a ello, el Vaticano sigue manteniendo el habitual secretismo e informa en forma vaga, lo que genera dudas e interrogantes sobre las reales condiciones del papa.