En medio de la creciente escalada del conflicto en Ucrania, Rusia confirmó el lanzamiento de un nuevo misil balístico bautizado Oreshnik, demostrando nuevamente su poderío militar y dejando al mundo en alerta.
Durante un discurso a la nación, Putin detalló que el misil, hasta ahora desconocido por el ejército ucraniano, fue disparado desde la región de Astracán y alcanzó su objetivo en una instalación militar ucraniana en Dnipró. “Fue una prueba en condiciones de combate”, afirmó, dejando claro que Rusia no solo está dispuesta a innovar militarmente, sino a usar estas armas en el terreno de guerra actual.
El Oreshnik tiene un alcance de entre 3.000 y 5.500 kilómetros, lo que lo clasifica como un misil de alcance medio. Aunque no alcanza la categoría de un misil intercontinental, es lo suficientemente potente como para amenazar gran parte de Europa y algunas áreas de Estados Unidos si se lanza desde el Extremo Oriente ruso.
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Lo más novedoso y preocupante, es que, según Putin, este misil, en su configuración actual, alcanza velocidades de alrededor de 12.350 km/h, lo que lo hace prácticamente imposible de interceptar por los sistemas de defensa actuales. “Los sistemas modernos de defensa aérea y antimisiles, incluso los creados por Estados Unidos en Europa, no pueden detener este tipo de armas”, aseguró Putin con una mezcla de orgullo y advertencia.
El ataque no solo fue un golpe contra Ucrania, sino también una advertencia directa a los países que suministran armas a Kiev. Putin dejó claro que Rusia se reserva el derecho de atacar instalaciones militares en territorios de países que permitan el uso de sus armas contra objetivos rusos.
“Nos consideramos con derecho a utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permitan que sus armas se usen contra nuestras instalaciones”, declaró el mandatario.
Este mensaje, aunque dirigido principalmente a Estados Unidos y Reino Unido, también pone en alerta a toda Europa. La reciente autorización de Washington para que Ucrania use misiles de largo alcance, como los ATACMS y los Storm Shadow británicos, ha elevado las tensiones hasta este punto.