El mandatario venezolano, que está en el poder en Caracas desde 2013, cuando reemplazó al fallecido Hugo Chávez, dijo que había hablado con el exfutbolista argentino días antes de su muerte.
Diego Maradona fue un símbolo de la rebeldía latinoamericana en su época de furor. Eso hizo parte de su figura siempre tan polémica, disruptiva. “El Pelusa”, como era conocido el futbolista que para muchos argentinos es el mejor de la historia del balompié, tenía tatuado en el brazo izquierdo el rostro de “El Ché” Guevara y en una de sus piernas la cara de Fidel Castro, de quien fue amigo.
Tal vez pensando en eso fue que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró en la transmisión del último capítulo de su podcast, grabado en el estadio “Simón Bolívar” de Caracas que tenía la hipótesis de que el exfutbolista argentino, fallecido el 25 de noviembre de 2020 cuando se recuperaba de una cirugía que le hicieron en la cabeza, fue asesinaron.
“Hablé con él (Maradona) el día de su cumpleaños 60, esos días antes de que muriera. Le dije: ‘Diego, vente a Venezuela, estoy preocupado por ti. (...) Mira que hay gente muy mala, fascista y saben que tú eres la voz de la rebeldía de los pueblos, que dices lo que nadie se atreve a decir en Argentina y en el mundo’, aseguró Maduro.
El presidente venezolano, que el próximo 28 de julio afrontará unas elecciones que han sido cuestionadas por la comunidad internacional debido a la falta de garantías para que la oposición inscriba a la candidata María Corina Machado, ganadora de las primarias que se hicieron en 2023, aseguró que el motivo que llevó a que le quitaran la vida a Diego fue porque querían acabar con los símbolos de la rebeldía.
“Primero acabaron con Diego. Tengo esa certeza. Y después querían acabar en vivo y directo por televisión (...) con Cristina (Kirchner). Argentina se quedaba entonces sin voces”, añadió.
El hombre, señalado por muchos como dictador, agregó que estaba confiado en que el pueblo de Argentina “recapacitará” y en algún momento volverá a surgir de las cenizas “resistiendo”.
“Argentina, la Argentina de Evita, del general Perón, la Argentina de Diego, la Argentina buena, resistirá y volverá”, narró el líder chavista, quien ha estado enfrascado en una disputa discursiva bastante fuerte en las últimas semanas con el presidente argentino de la actualidad Javier Milei.
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El problema entre los dos mandatarios se agudizó –ya tenía diferencias ideológicas marcadas– cuando el gobierno de Maduro empezó a hacer cortes de luz en la embajada argentina en Caracas después de que se conoció que seis líderes de la oposición, cercanos a María Corina Machado, estaban resguardados allí.
Después de eso, Milei aseguró que iba a enviar personal de seguridad desde su país, para que cuidara la embajada. Sin embargo, esas personas no fueron enviados al país caribeño porque Maduro aseguró que les iba a negar el ingreso.
“Yo no voy a disimular un discurso. Lo que llegó con (Javier) Milei al poder en la Argentina fue el fascismo, el sionismo. Ahora Milei habla que él va a encabezar una cruzada para que Venezuela sea sancionada, sea cercada y sea golpeada. Yo le digo desde Caracas, desde los barrios de Caracas, le digo a Milei: ‘¿Tú y cuántos más?’, concluyó el presidente venezolano.
