Las múltiples detenciones y las deportaciones que comenzaron desde que Donald Trump regresó a la presidencia en Estados Unidos han generado incertidumbre entre miles de personas indocumentadas que se encuentran en el país norteamericano.
A pesar de que el mandatario republicano había prometido enfocarse en la expulsión de “criminales violentos”, su administración dejó en claro que todos los migrantes en situación irregular (delito federal en Estados Unidos) serán considerados criminales y sujetos a deportación.
Así lo aseguró Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, en su primer encuentro que sostuvo con los medios este martes, poco más de una semana después de ser la funcionaria más joven en asumir este cargo.
Lea aquí: El ICBF confirma que en vuelos de deportados desde EE. UU. hay 26 niños
Tras ser cuestionada por los periodistas sobre aquellas personas que se encontraban detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que no tenían registros penales previos, la portavoz de 27 años precisó que la política migratoria de Trump no hará distinciones entre migrantes ilegales que han cometido delitos graves y aquellos que solo entraron irregularmente al país.
“Si un individuo ingresa ilegalmente a Estados Unidos, por definición es un criminal, por lo tanto, está sujeto a deportación. Los traficantes de drogas, violadores, asesinos (...) definitivamente esos deberían ser prioridad para ICE, pero eso no significa que los criminales ilegales que ingresan a las fronteras de nuestra nación estén fuera de la mesa”, aseguró Leavitt.
La portavoz reiteró que el gobierno estadounidense considera que entrar sin autorización al país constituye un delito. “Sé que la administración anterior (de Joe Biden) no lo vio de esa manera, por lo que es un gran cambio cultural en nuestra nación ver a alguien que viola nuestras leyes de inmigración como un criminal. Pero eso es exactamente lo que son”, afirmó.