Las Fuerzas de Defensas de Israel (FDI) anunciaron la muerte del dirigente de la milicia chiita libanesa, Hassan Nasrallah. Esta información fue confirmada después por el mismo Hezbolá mediante un comunicado donde prometió seguir con su lucha contra Israel.
Este sábado el líder del mayor enemigo de Israel fue abatido en medio de un ataque aéreo contra la oficina central del grupo Hezbolá, ubicada en los suburbios del sur de Beirut.
De acuerdo con el informe de las autoridades israelíes, el cuartel general de la milicia estaba ubicado de forma subterránea bajo un edificio residencial en Dahieh.
El FDI aseguró que con Nasrallah también habían muerto otros altos miembros de la organización como el comandante del frente sur. “Hassan Nasrallah ya no seguirá aterrorizando el mundo”, posteó la autoridad israelí en sus redes sociales.
Hassan Nasrallah dirigió a esta milicia libanesa durante 32 años, convirtiéndolo en uno de los grupos paramilitares más poderosos del Medio Oriente, pues encabezó la transformación de la organización de ser un actor solamente militar a convertirlo también en un partido político con injerencia en la toma de decisiones en Líbano.
El hombre de 64 años fue elegido secretario general de Hezbolá en el año 1992 luego de la muerte de Sayyed Abbas Musawi a causa de un ataque israelí.
Durante su mandato, este grupo paramilitar logró la retirada de tropas israelíes del sur de Líbano en el año 2000, quienes llevaban en el territorio más de 18 años. Con este suceso, esta milicia alcanzó un alto reconocimiento en el mundo árabe. Sus mensajes eran emitidos constantemente por radio y televisión.
Para Hezbolá, Nasrallah fue un “gran mártir, líder heroico y sabio”. Debido a este hecho, la organización ha resaltado su compromiso de continuar con la lucha. “La dirección de Hezbolá jura seguir con la resistencia frente al enemigo, apoyando a Gaza y Palestina, y defendiendo a Líbano y su pueblo”, declaró esta milicia en su comunicado.
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