Luis Arce, el presidente que parece tambalear en Bolivia por un intento de golpe de Estado, removió a toda la cúpula militar y nombró a sus nuevos miembros. Lo hizo en una transmisión en vivo desde la Casa Grande del Pueblo, sede de Gobierno de Bolivia, mientras, a fuera, se escuchaban detonaciones.
Los funcionarios del gobierno acompañaron a Luis Arce en este acto de posesión de los tres nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas. Gritaban arengas y aplaudían como si trataran de competir con el sonido de las detonaciones que se escuchaban afuera.
La nueva cúpula del gobierno de Arce quedó conformada por el general José Wilson Sánchez Velázquez (comandante del Ejército), general Gerardo Zabala Hernández (comandante de la Fuerza Aérea) y el vicealmirante Renal Guardia Ramírez (comandante de la Armada).
“En mi condición de comandante general del Ejército y en representación de los comandantes de fuerza, ordeno y dispongo que todo el personal que se encuentra movilizado en las calles debe retornar a sus unidades. El señor general Zúñiga fue un buen comandante y le pedimos que no deje derramar sangre de nuestros soldados, no está bien”, señaló el general José Wilson Sánchez Velásquez, comandante del Ejército.
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El intento golpista se registró en la tarde de este 25 de junio, cuando Juan José Zúñiga, un general que fue destituido por Arce en la noche del martes, arribó a la sede de Gobierno de Bolivia en compañía de decenas de uniformados para intentar tomarse la Casa Grande del Pueblo.
Zúñiga fue destituido porque amenazó con capturar e impedir un eventual regreso al poder del expresidente de ese país, Evo Morales. La furia por la destitución fue tal, que el militar aseguró que en las próximas horas hará un remezón en el ministerio.