En plena campaña electoral, marcada por advertencias de Donald Trump sobre una amenaza a la supervivencia de Estados Unidos, el expresidente pasó 90 minutos en una charla en vivo con Adin Ross, un joven influenciador de 24 años conocido por su lenguaje directo y popularidad en el mundo de los videojuegos.
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Este encuentro introdujo a Trump en la “Manósfera”, un espacio digital habitado por creadores de contenido como YouTubers, podcasters y bromistas que, aunque diversos en estilo, comparten una esencia masculina despreocupada. Si bien este era un territorio desconocido para Trump, su hijo Barron, de 18 años y estudiante en la Universidad de Nueva York, fue quien le abrió las puertas a este universo. “Mi hijo Barron te manda saludos”, le dijo Trump a Ross al inicio de su conversación.
Recientemente, la “Manósfera”, antes un rincón reservado para los jóvenes, ha salido a la luz debido al apoyo que estos seguidores dieron a Trump en su victoria electoral, movilizados por figuras como Ross y otras celebridades en redes sociales, quienes promovieron el voto en favor de Trump. Dana White, director del Ultimate Fighting Championship, deporte estrella de esta comunidad de jóvenes, elogió a Ross y a otros influencers como los Nelk Boys por su ayuda en esta movilización.
Entre los simpatizantes de Trump, en su mayoría jóvenes apasionados por la cultura digital, se destacó Blake Marnell, un famoso seguidor de MAGA, quien describió la “Manósfera” como un fenómeno que ha crecido en espacios poco atendidos por los medios tradicionales, con influencias de programas irreverentes como “Jackass”. “Si has estado en la universidad últimamente, lo sabes. Si tienes más de 35 años, probablemente no”, dijo Marnell, evidenciando la desconexión generacional.
Personajes de la manósfera, como Joe Rogan y Jordan Peterson, son figuras clave de este movimiento, mientras que estrellas jóvenes como Jake y Logan Paul, quienes comenzaron en plataformas como Vine y ahora incursionan en el boxeo, también captan la atención de estos seguidores. Incluso, Trump apareció en el podcast de Logan Paul y compartió su entusiasmo por el UFC, donde la bebida Prime de Paul es un patrocinador.
En la periferia de este ecosistema también se encuentra Andrew Tate, una figura controvertida acusada de crímenes en el extranjero, cuya fama entre los jóvenes parece resistir cualquier controversia.
La “Manósfera” funciona como una red interconectada, donde los creadores promueven contenido entre sí. UFC, un deporte que Trump ha vinculado a su campaña, es un punto de encuentro para estas figuras, quienes encuentran en las artes marciales mixtas un elemento unificador. En junio, Trump asistió a una pelea junto a Dana White, generando una eufórica reacción de sus seguidores.