El recrudecimiento de la guerra entre Israel y el grupo armado Hamás desencadenó posiciones divergentes en el mundo: de un lado, países como Estados Unidos calificaron esta ofensiva como “demencial”; y del otro, las naciones árabes simpatizantes del ataque no han parado de celebrar desde el sábado, cuando militantes de Hamás lanzaron un ataque armado sin precedentes contra Israel.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden aseveró que los ataques de Hamás son “un acto de maldad pura”, y agregó que “hay momentos en esta vida -lo digo literalmente- en los que un mal puro y sin adulterar se desata en este mundo”. Acto seguido anunció su apoyo irrestricto a Israel, y anunció su cooperación para frenar la ofensiva del grupo extremista.
Le puede interesar: Al menos 40 bebés han sido masacrados en Israel, además de niños y ancianos
Entre tanto, simpatizantes del movimiento islamista palestino celebraron de distintas formas la ofensiva de Hamas. Por ejemplo, habitantes de Líbano salieron a festejar a las calles, tanto de Beirut y en su periferia sur (bastión del movimiento proiraní Hezbolá) como en los campamentos de refugiados palestinos, y el martes en la noche, más de 4.000 personas se congregaron en el centro de Amán, capital de Jordania, a gritos de “Adelante, adelante Hamás” y “Revolución, revolución hasta la muerte”.
No obstante, aunque los líderes de ambos bandos y sus apoyos han tratado de encasillar el conflicto entre buenos y malos, y la diplomacia ha actuado poco para zanjar las diferencias y llegar a un acuerdo que beneficie a los dos estados en conflicto, son los civiles los que han llevado la peor parte.
Los datos oficiales registran que hasta este martes los ataques de Hamás dejaban 1.008 personas muertas en Israel, de estos, 260 son parte de los que fallecieron en el ataque perpetrado por el grupo extremista en el festival de música Nova; a los muertos se suman las 3.418 personas heridas por los ataques de Hamás.
De hecho, la embajada de Israel en Francia aseveró que en el ataque del 7 de octubre los extremistas de Hamás habrían decapitado a 40 bebés, pero un vocero del ejército de Israel declaró que no tienen confirmación de este hecho.
Del lado palestino, las autoridades sanitarias han informado que la respuesta armada de Israel ha causado la muerte en Gaza de 765 personas, y han sido lesionadas 4.000 que presentan heridas de segundo y tercer grado y amputaciones de las extremidades inferiores y superiores.
¿Y la diplomacia dónde está?
Más allá de las declaraciones incendiarias de quienes están a favor o en contra de las acciones de Israel y Hamás, la diplomacia mundial poco o nada ha hecho para intentar persuadir a las partes de bajarle a las hostilidades, los ataques y las respuestas armadas de las partes involucradas.
Solo hasta este martes, tres días después del recrudecimiento de las acciones militares entre Israel y Hamás, los países de la Unión Europea rechazaron las acciones de Hamás y expresaron su oposición al asedio total a la Franja de Gaza por parte de Israel, que cortó el acceso al agua, a los alimentos y a la electricidad en respuesta a los ataques del grupos extremista.
Joseph Borrell, jefe de la diplomacia del bloque, quien presidió una reunión extraordinaria de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE en Mascate (Omán), señaló que los diplomáticos reconocieron que “Israel tiene el derecho de defenderse. Pero eso se debe hacer de acuerdo con la legislación internacional, con las leyes humanitarias”, es decir, sin bloqueos de algún tipo.
Borrell anunció que invitó a los cancilleres de Israel y de la Autoridad Palestina a la reunión extraordinaria de ministros del bloque convocada para esta jornada en Omán. El diplomático anunció en la red X que invitó al jefe de la diplomacia israelí, Eli Cohen, a “sumarse a la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores. También he invitado al Ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad al Maliki, para dirigirse a la reunión y presentar las opiniones de la Autoridad Palestina”.
Naciones Unidas también se pronunció sobre el cerco de Israel sobre Gaza y expresó que “el derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos deben respetarse”.
Más allá de las palabras, los civiles que están en medio del fuego cruzado, describen paisajes apocalípticos. Así lo relata Mahmoud al-Shurafa, quien dice que “lo ocurrido no se puede describir con palabras, y no se puede hablar de ello. Es algo aterrador, espantoso. La gente sufre, han perdido sus casas y han sido asesinados en sus hogares”.
xxxx
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx