Las empresas SpaceX, Tesla y la red social X no han tenido grandes avances en los últimos meses.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que se comprará “un Tesla nuevo” para demostrar su apoyo a su asesor y propietario de la marca de automóviles eléctricos, Elon Musk.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha confiado al empresario la tarea de recortar el gasto del gobierno federal en una controvertida estrategia que se ha topado con protestas, rechazo de algunos legisladores y decisiones judiciales contrarias.
Eses protagonismo que Musk ha tomado en la política estadounidense parece estar alejando de Tesla a los inversores, que temen un rechazo de los consumidores por la cercanía de su fundador con Trump y grupos de extrema derecha en Europa. Este lunes, en medio de una fuerte caída de las bolsas estadounidenses por la política arancelaria de Trump, las acciones de Tesla cayeron más de un 15% en Wall Street, pero esta no fue la única caída de una de sus compañías: X, la vitrina de sus opiniones, también sufrió intermitencias durante todo el día.
Pero la mala racha del magnate tecnológico inició antes, cuando tuvo problemas con el supercohete Starship de SpaceX, que había presentado un fallo técnico durante su octavo vuelo de prueba, lo que generó su desintegración en mil pedazos.
Con una altura total de 123 metros, unos 30 metros más alto que la Estatua de la Libertad en Nueva York, el megacohete estaba diseñado para ser totalmente reutilizable y era clave en la visión de Musk de llevar a la humanidad a la colonización de Marte.
No obstante, este revés representa una gran frustración para el magnate y la empresa, porque ya sería el segundo fallo que ocurre y todo esto en menos de dos meses.
La red social X también presentó problemas en las últimas horas, pues algunos usuarios mencionan que las intermitencias son constantes y que no pueden ver o escribir sus post. Esto generó que el mismo CEO se pronunciara al respecto, asegurando que su plataforma había experimentado un “ciberataque masivo”.
“Hubo (y todavía hay) un ciberataque masivo contra X”, confirmó Musk en su plataforma, que funcionaba esporádicamente a medida que avanzaba el día. “Nos atacan todos los días, pero esto ha sido organizado con muchos recursos. Está involucrado un gran grupo coordinado o un país. Estamos rastreando”, añadió.
El magnate hizo esa afirmación replicando una publicación de otro usuario (DogeDesigner) que sugiere que la caída de X podría estar relacionada con las protestas recientes contra el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Musk, y actos de vandalismo contra tiendas del fabricante de autos eléctricos Tesla.
El martes, poco después de medianoche, Trump salió en defensa de su aliado asegurando que estaba llevando a cabo “un trabajo fantástico” y acusó a “lunáticos de izquierda radical” de intentar “boicotear ilegalmente a Tesla, uno de los mayores fabricantes de autos del mundo y el bebé de Elon”.
“Voy a comprar un Tesla nuevo mañana por la mañana como muestra de confianza y apoyo a Elon Musk, un estadounidense grande de verdad”, publicó en su mensaje en la red Truth Social en respaldo al magnate, que no es estadounidense, su nacionalidad es sudafricana.
“¿Por qué debería ser castigado por poner su tremenda capacidad a trabajar para ayudar a hacer Estados Unidos grande de nuevo?”, preguntó el presidente a modo de conclusión.
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